La apicultura es un medio importante para el desarrollo rural y la seguridad alimentaria, ya que las abejas son responsables de polinizar aproximadamente el 80% de los productos destinados a la nutrición humana. Sin embargo, a nivel mundial se ha observado una disminución en la población de abejas, lo que puede tener un impacto negativo en la economía agrícola y en la cadena productiva, así como en la seguridad alimentaria de la población. En Colombia, la actividad apícola es aún emergente y no cuantificada, y se enfrenta a desafíos como la falsificación y adulteración de productos de la colmena. Es necesario realizar estudios que analicen el papel del apicultor campesino en la preservación del medio ambiente y la función polinizadora para el sostenimiento de los sistemas agroecológicos. Además, es importante tener en cuenta la calidad de la miel y su relación con el origen botánico.