Enfermedades infecciosas altamente transmisibles, como la influenza, son un tema de preocupación global que afecta la salud de humanos y animales. Cada año, hasta el 20% de la población puede desarrollar influenza, lo que resulta en un promedio de muertes entre 20 mil y 40 mil personas al año. Solo en Colombia, hay un promedio de 4,500 personas hospitalizadas por semana por casos de influenza y enfermedad respiratoria aguda; y en promedio mueren 12 menores de 5 años por semana (Boletín Epidemiológico Semanal, numero 12, 2017, Instituto Nacional de Salud). Estudios previos epidemiológicos y clínicos han reportado que desnutrición, falta de anticuerpos y condiciones precarias de vivienda aumentan el riesgo de muerte durante un evento viral de influenza (Schlaudecke, 2011). Durante el mes de Marzo del presente año, las autoridades del Cesar informaron que miembros de las comunidades indígenas Zinkaka, Tusimake y Bunkuana, localizadas en la cuenca del Rio Badillo-Sierra Nevada de Santa Marta, presentaron fiebre, dolor de cabeza, tos y escalofrió. Síntomas característicos a una infección respiratoria aguda y que resulto en el lamentable fallecimiento de mas de 10 miembros de estas comunidades. Grandes esfuerzos de la secretaria de salud del Cesar se hicieron para que los mamos de las comunidades afectadas permitieran la entrada a personal del laboratorio de salud publica del Cesar, quienes acompañados del Instituto Nacional de Salud (INS) y la Decima Brigada del Ejercito Nacional de Colombia, pudieron hacer una atención de emergencia y una recolección de muestras de sangre. Los estudios realizados por el INS determinaron que “los fallecimientos de 6 adultos y 5 niños ocurridos en las dos primeras semanas de marzo en el asentamiento Sinkaka-Kogui, de la Sierra Nevada de Santa Marta, fueron causados por una infección respiratoria aguda de tipo viral. Las pruebas de laboratorio descartaron que se tratara de tosferina, fiebre amarilla, dengue, chinkunguña, zika o tuberculosis,” según fue reportado en el boletín informativo del 19 de Marzo, 2017, en Bogotá. Según el reporte, el virus afectó a unas comunidades vecinas, donde no se presentaron defunciones. Y las muertes se ocasionaron, probablemente por la desnutrición que presentaba la comunidad. Los esfuerzos del INS han sido fructíferos y han sido determinantes para el diagnostico. Sin embargo, hay información biológica vital que debe ser extraída y analizada para generar herramientas biológicas, clínicas y de prospección para plataformas futura de protección, desarrollo de vacunas y caracterización genómica.