El blanqueamiento dental entendido como un proceso químico que pretende eliminar o disminuir las manchas o coloraciones de la superficie del esmalte con fines estéticos, es una práctica que actualmente ha alcanzado gran interés social y económico con un mercado muy amplio y en crecimiento impulsado por los medios de comunicación, la propaganda intensiva y la presión social notable especialmente en personas jóvenes, de vida social intensa y personajes de la farándula. Este proyecto tiene como objetivo evaluar la factibilidad de aplicar un método y un material desarrollados recientemente en nuestro grupo de investigación y que tiene la habilidad de formar capas adherentes de minerales de fosfatos cálcicos sobre el esmalte dental. Estas capas minerales son notables por su blancura a simple vista. Sin embargo este recubrimiento se desarrolló para estudios de adhesión por lo cual sus propiedades topográficas son de alta porosidad, consiste de aglomerados y/o cristales de tamaño apreciable y notable rugosidad que difieren de las propiedades de una superficie adamantina natural en que ésta tiene baja porosidad, pequeño tamaño de partícula y poca rugosidad. Los valores altos de estas tres propiedades se manifiestan con la percepción de “color” blanco pero tizoso debido a la reflectancia luminosa difusa a diferencia de la reflectancia más especular del esmalte natural. Se busca evaluar las condiciones de formación del recubrimiento para modificar su porosidad, tamaño de partícula y rugosidad de tal forma que se aproximen a las de una superficie natural. Si esto es posible se contaría con un nuevo material y un nuevo proceso de blanqueamiento pero con una ventaja fundamental respecto de los métodos tradicionales. Esta diferencia se describe a continuación. Los métodos actuales de blanqueamiento trabajan removiendo por oxidación constituyentes del esmalte, principalmente el colágeno y otros constituyentes orgánicos con oxidantes como peróxido de hidrógeno o peróxido de carbamida y/o por remoción de iones inorgánicos como el hierro, ión que puede aportar color. Estos contaminantes se incorporan al esmalte mecánicamente en las grietas, fisuras y poros, que son defectos estructurales del esmalte o defectos generados en la masticación. Los iones también se pueden incorporar a la red cristalina por sustitución isomórfica del calcio y otros cationes propios de la apatita biológica del esmalte. La remoción de impurezas con los peróxidos conlleva también la remoción de parte del colágeno y del mineral de apatita biológica o sea que se desgasta el esmalte abriendo los túbulos dentinales y causando sensibilidad en una proporción alta de pacientes. El método de formación de minerales desarrollado en el grupo de investigación para estudiar la adherencia no contiene ningún peróxido y tampoco remueve ni daña la capa de esmalte si no que funciona por un principio completamente diferente. Este método ha mostrado capacidad de blanquear las áreas sometidas a tratamiento, con una ventaja neta sobre cualquiera de los métodos existentes, ya que en lugar de atacar o remover el esmalte produce un aumento del espesor de la capa mineralizada. La remoción que los métodos tradicionales causan sobre el mineral en la superficie del diente con frecuencia conduce a la sensibilidad al frío, al calor y a los alimentos ácidos. Es de esperar que el engrosamiento de la capa mineral del esmalte tenga el efecto contrario es decir que en lugar de generar sensibilidad la disminuya además de fortalecer el esmalte. Existen dos principios de la fisicoquímica de superficies que son: la ley de Kelvin y la maduración de Ostwald, estos dos principios indican que es posible que esta capa mineral neoformada se pueda rediseñar espontáneamente en ciertas condiciones para formar una superficie más lisa, densa y poco porosa similar al esmalte. El objetivo específico de este proyecto es evaluar algunas condiciones en las que se pueda dar este proceso de rediseño espontáneo.