La realización de diseños calorimétricos anteriores ha generado las consideraciones experimentales para plantear un nuevo diseño, en el que se trabaje con muestras de sólidos que por sus características texturales y químicas requieran cantidades mayores que las que se usan en equipos calorimétricos con capacidades en volumen de alrededor de 10 mL.
La celda calorimétrica que se proyecta construir, tendría una capacidad para alojar el líquido calorimétrico de aproximadamente un 50 por ciento mayor de tal forma que se puedan emplear contenedores de la muestra sólida entre 500 y 1500 mg; que permitirá que aunque el calor generado sea de magnitud pequeña, el aumento en la cantidad lleve a la mejor observación del efecto térmico que se genera y a la vez aumente la precisión en las determinaciones calorimétricas que está estrechamente ligada a los sensores térmicos, a la geometría de las celdas y los depósitos de calor. El aumento en la sensibilidad del equipo calorimétrico se tiene como resultado de un buen contacto térmico entre la celda de medida, los sensores térmicos y el depósito de calor; en diseños anteriores se ha logrado un estrecho contacto entre celda-sensores, pero el tamaño de la celda resulta en ocasiones poco adecuado en estudios de generación de calor en función de la cantidad de muestra, lo cual se puede resolver con celdas y contenedores de muestra de mayor tamaño, pero siempre dentro del concepto de microcalorimetría, que involucre muestras entre 500 y 1000 mg.
El diseño y construcción que se propone, busca la determinación de entalpías de inmersión de sólidos, de solución de sólidos en líquidos y de interacciones sólido-líquido específicas, que son interacciones pequeñas, con alta sensibilidad y reproducibilidad.
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