En Colombia, el Gobierno ha expedido varios documentos relacionados con el uso de alcohol carburante como respuesta a la preocupación mundial por la conservación del medio ambiente. El etanol o alcohol carburante es un alcohol libre de agua que se produce por la fermentación de azúcares presentes en la biomasa vegetal. La caña de azúcar sería el cultivo prioritario en el país, requiriéndose aproximadamente 150.000 hectáreas de dicho cultivo para suplir la demanda de alcohol; sin perder de vista que dicho producto también puede ser obtenido a partir de otros cultivos agrícolas (Higuera, et al., 2007). La producción de alcohol, ha traído como consecuencia la generación de un subproducto denominado vinaza, cuya composición es muy variable (Korndörfer, et al., 2004). La disposición final de tal subproducto ha sido uno de los grandes retos de la industria a nivel mundial (Navarro et al., 2000). Dado su elevado contenido de materia orgánica, la vinaza se constituye en un material altamente contaminante si se dispone directamente a un cuerpo de agua, ya que presenta un alto índice de DBO (Demanda Bioquímica de Oxígeno), haciéndose necesario su tratamiento antes de ser eliminado (García y Rojas, 2006; Korndörfer, et al., 2004). En Colombia, el uso reportado para la vinaza es como fertilizante, tal como lo registran Gnecco (2004); Higuera, et al., 2007 y Mancheno, (2006), en los cultivos de caña de azúcar del Valle del Cauca. Debido a las altas cantidades de vinaza generadas en el país, los ingenios azucareros iniciaron trabajos dirigidos a explorar su uso como fertilizante, como mejoradores de las condiciones del suelo y como activadores de la descomposición de residuos de cosechas (García y Rojas, 2006). Pese a lo anterior, en Colombia aún no se encuentran publicaciones sobre los efectos de la aplicación de vinaza sobre hongos formadores de micorriza arbuscular (HMA) ni sobre la materia orgánica; componentes importantes en el desarrollo de las plantas (Sánchez de P., 2007b). Tanto la materia orgánica como los HMA se reconocen como factores que contribuyen con los procesos de agregación del suelo (Sieverding, 1991; Tisdall and Oades, 1982) y que juegan un papel importante en el ciclaje de nutrientes (Barrios et al., 1996), entre otras funciones. Para avanzar en el manejo de subproductos como la vinaza, en forma compatible con el ecosistema y el agroecosistema se requiere dar respuesta a interrogantes asociados con sus efectos sobre las interrelaciones que se presentan entre la materia orgánica del suelo, en cuanto esta ligada a la disponibilidad de nutrientes, la expresión del micelio externo de HMA y características físicas del suelo como la estabilidad de agregados.