El Lupus Eritematoso Sistémico (LES) constituye una importante enfermedad autoinmune con características bien establecidas de cronicidad, de etiología desconocida y muy probablemente multifactorial (genética, hormonal y ambiental), afecta múltiples sistemas y cuya evolución se caracteriza por la aparición de remisiones y recidivas, además se acompaña de la presencia serológica de varios marcadores, en especial por anticuerpos antinucleares y patológicamente, por inflamación en diversos órganos con depósitos inmunes. Todas estas características están influenciadas por el componente inmuno-genético de la enfermedad dado por la asociación de moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad (HLA), entre las que se destacan los antígenos HLA-DR2 y, sobre todo, DR3 y DR52, los anticuerpos anti-Ro a HLA-DR3 y Dqw2 y los anti-DNA a HLA-DR2. Con todo, el riesgo relativo conferido por cada haplotipo HLA es bajo, por lo que parece que el sistema HLA es sólo parcialmente responsable del riesgo de contraer LES y que existen otros factores genéticos más poderosos aún no descubiertos. Otros genes localizados fuera del sistema HLA que también están implicados, controlan la conformación del receptor Fc de la IgG (RFc Gamma) y mas recientemente análisis estadísticos han logrado caracterizar regiones genómicas denominadas loci de rasgos cuantitativo (QTL, del inglés quantitative trait loci) asociados con susceptibilidad al LES o nefritis lúpica (NL). La alta incidencia femenina de la enfermedad, la menor frecuencia de aparición antes de la menarquia o después de la menopausia y las agudizaciones en el puerperio o con la administración de anticonceptivos orales sugieren una influencia hormonal en el LES. En cuanto a factores ambientales, se le ha dado importancia a la luz ultravioleta (por inducción de apoptosis en los queratinocitos dérmicos, con la consiguiente exposición de antígenos nucleares y citoplasmáticos en la superficie celular, como mecanismo de formación de anticuerpos), los virus (al insertarse en cadenas de ADN genómico con generación de mutaciones y autoinmunidad), y los fármacos a través de la inhibición de metilación del ADN, como la hidralacina, la procainamida y otras aminas aromáticas.
El LES, junto a la artritis reumatoide, es una de las enfermedades inflamatorias del tejido conjuntivo más comunes. De acuerdo con informes epidemiológicos disponibles, la incidencia del LES asciende hasta 5,5 casos por 100.000 habitantes y una prevalencia de 122/100.000 habitantes en la población general. La enfermedad aparece con mayor frecuencia en las mujeres y en los individuos de raza negra y su mayor incidencia se registra durante la edad reproductiva. Además se ha visto que el LES es más grave en las etnias afroamericana, hispana y asiática; sin embargo, es seguro que en la gravedad de la enfermedad, además de factores genéticos, pesan factores socio-económicos y culturales, potencialmente modificables.
Los objetivos del tratamiento van desde la simple vigilancia en los casos de serología positiva y antecedentes familiares y/o personales, pasando por controlar la actividad de la enfermedad, preservar la funcionalidad, mejorar la calidad de vida, hasta preservar la vida en casos de formas clínicas muy agresivas. Afortunadamente, la mayoría de los casos terminan siendo controlados, al menos en una buena parte, con las herramientas farmacológicas disponibles actualmente, quedando un pequeño porcentaje de pacientes en los cuales es necesario recurrir a diferentes alternativas, bastante agresivas, todo con el fin de controlar la actividad de la enfermedad.
En la práctica clínica nos enfrentamos a diferentes problemas con respecto al diagnóstico precoz y acertado en los casos de pacientes con manifestaciones sistémicas, severas y múltiples de la enfermedad del LES con el animo de iniciar una terapia acorde, y muchas veces se presentan pacientes con complicaciones propias de los medicamentos usados para el control de la enfermedad, que generalmente confunden a la hora de tomar decisiones. Dentro de las manifestaciones que más preocupan al médico se encuentra el compromiso renal, dada su alta prevalencia en esta enfermedad y su potencial carácter agresivo si no se toman las medidas correctivas. Igualmente se ha tratado insistentemente de identificar marcadores que predigan o indiquen la presencia de tal complicación, dentro de los cuales se han mencionado el anti-DNA, el anti-Sm y últimamente el anti P-ribosomal, el anti-nucleosoma, anti alfa actinina, anti-C1q y anti-Lipoprotein lipasa. Algunos de éstos, al parecer, además de ser marcadores de actividad sistémica de la enfermedad, al encontrarse asociado con el anti-DNA tendrían un potencial papel aditivo para expresar un mayor compromiso renal. A pesar de los repetidos estudios, no se ha logrado reproducir resultados consistentes en todas las poblaciones analizadas. Tales diferencias se han asociado a la falta de estandarización de las pruebas, la coexistencia de más anticuerpos con actividad en diferentes órganos blanco, las variaciones étnicas en cuanto a su prevalencia y las diferencias en los métodos de valoración del compromiso órgano específico. No menos importante es la potencial asociación con variante genéticas implicadas en la fisiopatología de la enfermedad general y en el desarrollo de la NL. En esta cuidadosa evaluación las primeras aproximaciones tuvieron que ver con el estudio de HLA clase II por su relación con la respuesta inmune. Los estudios han arrojado resultados variables, pero podemos decir que el DRB1 y DQA han mostrados los mejores estimadores estadísticos de asociación pero con valores absolutos no muy convincentes. En el estudio de la generación de auto-anticuerpos, también existen alteraciones en la expresión genética de éstos mismos genes y el DQB1. En la evaluación de genes candidatos, han sido seleccionados en base a su función en el sistema inmune (fragmento Fc de IgG y su baja afinidad del receptor IIIa -FCGRIIIA-) o su expresión aberrante en pacientes con LES (Interleucina 8).
En Colombia y en Hispanoamérica no existe ningún estudio publicado que evalúe la prevalencia de estos nuevos anticuerpos en pacientes con LES ni sus características de asociación entre sí ni con otros anticuerpos, como tampoco con manifestaciones sistémicas u órgano-específicas. Recientemente en la Unidad de Reumatología de la Universidad Nacional de Colombia se realizó un estudio de casos y controles donde se buscó la asociación entre anti P-ribosomal y manifestaciones renales o neuropsiquiátricas y la coexistencia con anti-DNA y sus
manifestaciones, se informó que no hubo asociación entre el anti P-ribosomal y manifestaciones neuropsiquiátricas, pero sí entre al anticuerpo y manifestaciones renales y coexistencia con el anti-DNA.
El presente proyecto tiene como objetivo evaluar la posible asociación entre actividad sistémica y/o manifestaciones renales (nefritis lúpica) con anticuerpos (anti alfa actinina, anti lipoprotein lipasa y anti-dcDNA) y marcadores genéticos (HLA clase II) mediante un estudio de casos y controles anidado en una cohorte de pacientes con lupus eritematoso sistémico, utilizando la prueba de ELISA para determinar los títulos de anticuerpos e inmunotipificación para los genes.
Se busca determinar la presencia de estos anticuerpos y genes en un grupo de pacientes con LES para evaluar si su positividad está asociada con actividad sistémica y/o órgano-especifica (a sabiendas de sus potenciales manifestaciones renales). Resultaría muy importante saber, si bien, pacientes conocidos y/o con factores de riesgo para tales manifestaciones (establecidos hasta la fecha), serían potenciales candidatos a seguimiento estrecho, con determinaciones de tales anticuerpos y genes para evitar las secuelas importantes que pueden presentarse en estos casos.
Se propone un estudio de casos y controles anidado en una cohorte donde se tomarán pacientes con LES definido por los criterios del American College of Rheumatology (ACR) de 1982, modificados en 1997. Para determinar los niveles de actividad se utilizará el índice SLEDAI, tomando como positivos aquellos pacientes con incrementos superiores a 3 respecto al puntaje obtenido en la última valoración, y en los cuales se demuestra la presencia de manifestaciones renales, a quienes se les hará la determinación serológica midiendo los anticuerpos y aislamiento y amplificación de DNA para su genotipificación para comparar los resultados con pacientes inactivos y así tratar de determinar su asociación. Se utilizarán diferentes formularios para registrar las características demográficas y clínicas y los resultados de las pruebas de laboratorio, según la metodología para este tipo de diseños. Se harán evaluaciones periódicas con el fin de determinar los pacientes con actividad de su enfermedad. Este estudio pretende seleccionar en fase temprana a aquellos pacientes que pueden tener un peor pronóstico y en el futuro aplicar una terapia adecuada y modificar la historia de la enfermedad.
Los resultados de este proyecto serán ampliamente divulgados en el ámbito nacional e internacional por medio de presentaciones en congresos de medicina interna y/o reumatología y a través de publicaciones científicas indexadas del ámbito nacional e internacional.
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