Las enfermedades infecciosas son tratadas con antibióticos convencionales (AC), con su uso ha aparecido la resistencia, provocando un problema de salud pública tal que se estima que las infecciones resistentes a antimicrobianos causan cerca de 700 000 muertes anuales y que esta cifra podría aumentar a 10 millones a nivel mundial en 2050, si no se buscan alternativas terapéuticas. Un estudio hecho en 2019 estimó que en el mundo murieron 4,95 millones de personas por causas asociadas a resistencia a antibióticos, lo que demuestra la urgencia de encontrar alternativas a los AC. Dentro de estas se han propuesto los péptidos antimicrobianos (PAs), que hacen parte del arsenal biológico de defensa innata de todos los organismos y se caracterizan por tener estructuras con carga positiva y anfipáticas a pH fisiológico. La gran mayoría de los PAs interactúan con estructuras celulares cargadas negativamente de las superficies bacterianas, esto los hace específicos porque estas son exclusivas y muy conservadas. Los PAs también pueden tener blancos intracelulares. Por lo tanto, una de las ventajas más destacadas de los PAs frente a los AC es que tienen múltiples blancos, lo que hace que la aparición de resistencia sea más difícil. Así, los PAs son una alternativa adecuada tanto al uso de AC en bacterias resistentes, como en infecciones por bacterias sensibles a AC para evitar el desarrollo de resistencia. La mayoría de PAs han sido aislados de animales, entre estos de organismos marinos, que son considerados una basta fuente de productos naturales porque su ecosistema es el más grande y diverso en la superficie terrestre y, porque están expuestos a condiciones muy variables e inclusive extremas de salinidad, presión, temperatura y luz. El filo Cnidaria se destaca entre estos, su rasgo común es la producción de sustancias tóxicas que hacen parte de su arsenal químico y que son fundamentales para su adaptación al hábitat, pues ellos habitan fuentes de agua dulce y salada ricas en microorganismos, además muchos desarrollan la mayor parte de su ciclo de vida adheridos a una superficie, por lo que dependen de sustancias químicas, como los PAs, para defenderse. Algunos ejemplos de PAs aislados de cnidarios son Hidramacina, Perculina y Kazal de Hydra magnipapillata, Aurelina de Aurelia aurita y Pd-AMP1 de Phyllogorgia dilatata. Hydractinia symbiolongicarpus pertenece a la clase hidrozoo del filo Cnidaria, se distribuye a lo largo de la costa este de EE. UU., sus colonias crecen adheridas a conchas ocupadas por cangrejos ermitaños y están formadas por pólipos especializados para la alimentación, reproducción y defensa que crecen a partir de una lámina de tejido llamada mata estolonal. Dada su morfología epitelial y su estilo de vida bentónico, Hydractinia posee un arsenal de respuesta de defensa basado en la secreción de sustancias químicas, en las que los PAs pueden tener un papel fundamental, aunque aún no se han reportado en esta especie. Hydractinia es un organismo de fácil cultivo, de hecho en el grupo de investigación de Inmunología Evolutiva e Inmunogenética (IEI) de la Universidad Nacional de Colombia, grupo con el que se está desarrollando este proyecto, se cuenta con un cultivo exitoso de este organismo desde hace más de 14 años. Además, en este grupo se han desarrollado investigaciones con este organismo, la más relevante para este proyecto es la secuenciación de su transcriptoma después de un reto inmunológico con bacterias marinas, en este se evidenció la estimulación del sistema inmune innato del cnidario, del que también hacen parte los PAs, por lo que la exposición de H. symbiolongicarpus a un reto inmune similar constituye una estrategia efectiva para la detección y aislamiento de PAs. Por esto, se propone identificar PAs producidos por H. symbiolongicarpus después de un reto inmune, para luego evaluar su actividad contra bacterias resistentes a AC. Se someterá a H. symbiolongicarpus a un reto inmune, después se obtendrán ext