Dentro de la selva amazónica existe un sistema de conocimiento tradicional transmitido oralmente entre los mayores indígenas, estos saberes han sido esenciales para la armonía y salud del entorno. Sin embargo, las dinámicas coloniales, la violencia y el extractivismo han degradado el ecosistema y afectado las relaciones ecológicas. Se ha implantado una visión antropocéntrica que aparta al ser humano de la Naturaleza, generando su desvalorización (Gudynas, 2014). Los mayores de los pueblos Uitoto y Koreguaje de Florencia, Caquetá, parte de la asociación Ñatapay Jiyona (vida saludable), plantean que estos desequilibrios también afectan a las comunidades originarias. Según el Mayor Alfonso García (2025), ha surgido abandono y desinterés por comprender la selva como un territorio vivo. Como consecuencia, los sabedores indígenas no pueden transmitir su sabiduría a las nuevas generaciones: “Los abuelos se están ahogando en su propio conocimiento”. Los jóvenes indígenas, influidos por el pensamiento basado en la acumulación y la difícil situación de los pueblos, priorizan obtener bienes materiales, lo que genera fracturas en su identidad. Además, la crisis ecológica impacta el ecosistema amazónico y a sus habitantes debido al cambio climático, la deforestación y la explotación del territorio. Por ello, los conocimientos tradicionales de los mayores son una estrategia para aplicar el conocimiento de la selva en su cuidado, beneficiando a comunidades indígenas y no indígenas. Esto responde a un actuar con respons-habilidad, como menciona Donna Haraway (2019), alineado con las iniciativas de la Asociación: “este conocimiento es para todos y la solución al desequilibrio que vivimos es de todos”. Dado que el territorio amazónico también es habitado por comunidades no indígenas, la Asociación Ñatapay Jiyona propone un proyecto pedagógico para compartir el conocimiento ancestral, promover su conservación y mitigar el cambio climático. En palabras del mayor Alfonso Garcìa: “propiciar el buen vivir en el corazón de las personas y de las comunidades que pueblan la Amazonía es un trabajo urgente”. Para ello, se busca divulgar estos saberes en las comunidades aledañas. Este proyecto retoma el trabajo previo realizado desde hace seis años por los mayores de la asociación y investigadores solidarios, con el fin de crear una caja de herramientas que armonice problemas y enfermedades asociados con los ciclos de la selva, mediante un calendario ecológico y epidemiológico que sirva como guía para prevenir malestares y prepararse para los cambios del territorio. La caja de herramientas incluirá cuentos amazónicos recolectados por el Mayor Alfonso García y Gladys Luque. El material está dirigido a infantes, jóvenes y familias de los pueblos Uitoto y Koreguaje, así como a comunidades no indígenas del territorio. Será socializado y retroalimentado con los mayores de siete resguardos y poblados del Caquetá, sobre todo cercanos a Florencia, mediante un encuentro de tres días en la Maloca del Mayor Emilio Yagama. Luego, este material será replicado en los resguardos por los asistentes al evento.