La malaria es una enfermedad endémica en cerca de 95 países, predominando en las regiones tropicales y subtropicales. Esta enfermedad es objeto de una amplia atención por ser un problema de salud pública a nivel mundial, sin embargo, persiste de forma endémica en un gran número de países, con aproximadamente 3200 millones de personas en riesgo de padecerla, según datos de la OMS (WHO. 2019). La progresiva resistencia a los antimaláricos actuales es un grave problema que ha surgido al hacer frente a la malaria.
Históricamente los fármacos que han permitido el mayor avance en la lucha contra el paludismo han sido obtenidos a través de sustancias de origen vegetal. En los últimos años una gran producción de reportes de especies promisorias a nivel de farmacología experimental, no se han reflejado en alternativas terapéuticas que evolucionen a las siguientes etapas de I&D, se propone entonces una revisión de alcance de la literatura científica, documentando de forma sistemática las condiciones de experimentación de los modelos farmacológicos in vivo e in vitro empleados para la evaluación de las especies vegetales con posibles metabolitos naturales bioactivos, con el fin de aportar a la construcción de una herramienta de referencia en la investigación armonizada de compuestos con potencial actividad frente a la malaria. |