En el marco del proyecto "Transformando los sistemas alimentarios para mejorar los medios de vida y la sostenibilidad ambiental en dos territorios indígenas de Colombia - Territorio, Comida y Vida - TCV", llevado a cabo por la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad del Cauca y financiado por el International Development Research Center-IDRC de Canadá, se adelanta un proceso de co-creación entre las comunidades indígenas y la academia. Se han identificado necesidades y aspectos que requieren fortalecimiento para dar sostenibilidad al sistema alimentario, entre ellos, el fortalecimiento de la producción con el uso de semillas nativas y criollas.
En el proceso de co-creación y en el marco del proyecto, se observa que en el territorio se cuenta con diversidad de semillas nativas y criollas que están siendo conservadas por custodios, cuyo trabajo se ha visto reforzado por la creación de redes de custodios y casas comunitarias de semillas. Hoy se cuenta con la caracterización morfológica de 43 variedades de papa, nativas del Cauca, y la recuperación de memoria ancestral Misak en relación con este importante tubérculo andino (Tombe, 2023). Para que estos avances logren impactar la soberanía y seguridad alimentaria de las comunidades, es necesaria la ampliación del número de familias involucradas en la producción, conservación y uso de semillas y se requiere el mejoramiento y el escalamiento de las etapas de selección, saneamiento, producción, circulación y transformación de semillas desde los yatul (Huerta tradicional y biodiversa donde hay especies medicinales, alimentarias y sagradas), con base en experiencias de recuperación y conservación que ya han realizado los custodios de semillas.
La importancia de este trabajo radica en que las semillas nativas y criollas han sido compartidas solidariamente, han co-evolucionado junto con las comunidades, en particular por el trabajo de las mujeres, quienes han aportado sus conocimientos, capacidad de observación, saberes, tradiciones y su persistente trabajo al proceso de selección, producción y cuidado de las semillas. De esta manera, las semillas nativas y criollas poseen múltiples dimensiones de valor, que van más allá de lo meramente económico, como son las dimensiones espiritual, cultural, nutricional y simbólica. Estas semillas representan la conexión de las comunidades con su tierra y su historia, preservando la identidad y el legado de las generaciones ancestrales.
Además, desde el punto de vista ambiental, son fundamentales para la preservación de la agrobiodiversidad y la adaptación al cambio climático, ya que han sido adaptadas a las condiciones locales. En términos económicos, el cultivo y la preservación aportan a la soberanía, y seguridad alimentaria de las comunidades, contribuyendo a su supervivencia.
Esta propuesta busca fortalecer los yatul mediante ejercicios de co-creación con las comunidades con las que se ha definido su importancia para la sostenibilidad del sistema, fortalecer los yatul mediante: a) La participación comunitaria, ampliando el número de miembros de la comunidad en la producción, conservación y uso de semillas, fomentando la colaboración y el intercambio de conocimientos y el diálogo intergeneracional entre diferentes grupos. b) La formación sobre la importancia de las semillas nativas, sus beneficios para la seguridad alimentaria y la preservación de la biodiversidad, así como técnicas de cultivo y conservación sustentables, c) El acceso equitativo a las semillas, lo que garantiza que todas las personas de la comunidad tengan acceso a semillas de calidad, promoviendo la diversidad de cultivos y la distribución justa de recursos. |