La diversidad genética constituye el nivel más básico de la biodiversidad y desempeña un papel fundamental en la supervivencia y evolución de las especies. La capacidad de adaptación de los organismos a desafíos cambiantes, como el complejo escenario del cambio climático, la creciente fragmentación del hábitat y la transformación acelerada de los ecosistemas, reposa en gran medida en la riqueza de variabilidad genética presente en las poblaciones. Sin embargo, esta diversidad genética no se distribuye uniformemente en el rango geográfico que ocupan las especies. Comprender los patrones de estructuración de esta diversidad y los factores que subyacen a su distribución es esencial para trazar estrategias de conservación efectivas, iniciativas de recuperación de especies en riesgo y el uso sostenible de los recursos que los ecosistemas proveen. En este contexto, el presente proyecto busca estudiar los patrones genéticos que residen en las especies clave de ecosistemas terrestres y dulceacuícolas dentro del frágil bioma del Bosque Seco Tropical. En estos ecosistemas vamos a enfocarnos en dos especies, una de planta y una de pez. A través de un enfoque integral que engloba la implementación de herramientas genéticas, ecológicas y bioinformáticas, este proyecto se propone iluminar la interacción entre procesos históricos y contemporáneos en el clima, así como la influencia de los paisajes antropogénicos en constante expansión, sobre los patrones de diversidad y estructura genética de las especies. La información resultante no solo resulta esencial para la conservación y salvaguardia de nuestra invaluable riqueza biológica, ahora enmarcada en un mundo en constante cambio, sino que también ofrece un profundo entendimiento de cómo los seres vivos responden y se adaptan a los desafíos emergentes. Dada la problemática, esperemos que los estudiantes involucrados en este proyecto y en nuestro semillero de investigación, desarrollen capacidad crítica de evaluar científicamente los efectos del cambio en poblaciones naturales. |