El semillero de investigación “Género y Economía del Cuidado” busca, entre otros objetivos, analizar la eficacia de la normatividad que cobija el trabajo doméstico remunerado en Colombia. Según el libro Historias tras las cortinas: el trabajo doméstico en Colombia, las relaciones de servidumbre continúan siendo parte de los patrones socioculturales que refuerzan las lógicas de discriminación basados en la clase, la raza y el género, categorías asociadas a trabajos de menor valoración social y mayor precariedad. Esto contribuye a que algunos oficios se naturalicen como femeninos, como es el trabajo doméstico (Osorio, 2019). La precariedad de las condiciones laborales de las trabajadoras domésticas es evidente. Por ejemplo, para 2016, el 90% de las trabajadoras domésticas no contaban con un contrato escrito, tan solo el 16 % estaban afiliadas a una aseguradora de riesgos profesionales, únicamente el 17,6 % se encontraban afiliadas al sistema de pensiones y el 70 % de no alcanzaron a completar un SMMLV por su trabajo (Osorio, 2019). Si bien la precarización del trabajo doméstico remunerado ya representaba un problema para dicho gremio antes de la contingencia causada por la pandemia del COVID-19, la aplicación de las disposiciones expedidas por el Gobierno Nacional para enfrentarla agravó las condiciones laborales y de vida de las trabajadoras domésticas. Estas afectaciones fueron tan serias que, hasta el día de hoy, las trabajadoras domésticas se ven enfrentadas a sus consecuencias. En un estudio realizado por la OIT, ONU Mujeres y la CEPAL, se logró identificar que “el 70,4% de las trabajadoras domésticas están afectadas por las medidas de cuarentena, por disminución de la actividad económica, desempleo, reducción de las horas trabajadas o pérdida de salarios” (OIT, 2020). Esta precariedad contrasta con un creciente conjunto de garantías normativas que el Estado ha establecido para mejorar las condiciones de las trabajadoras domésticas. Aunque la pandemia representó un momento excepcional y la eficacia de múltiples regulaciones se pudo haber visto afectada, nos interesa profundizar en la forma cómo esto afectó específicamente a las personas trabajadoras domésticas remuneradas. Por lo tanto, la presente investigación busca analizar la efectividad de la normatividad que protegía a las trabajadoras domésticas durante la pandemia del COVID-19, entre los años 2019 y 2022, en la ciudad de Bogotá. Se acudirá a la perspectiva de género y el uso alternativo del derecho para tener un acercamiento crítico a esta problemática que, como se ha descrito anteriormente, tiene repercusiones para mujeres en situación de vulnerabilidad. Combinaremos distintos métodos de investigación, incluido el análisis normativo, estadísticas descriptivas a partir de registros administrativos y entrevistas. Esta iniciativa busca contribuir con información relevante de la población de trabajadoras domésticas en Bogotá, debido a la precariedad de datos respecto a la situación laboral de las mismas. De igual manera, la metodología propuesta que contiene entrevistas permitirá espacios pedagógicos en doble vía, ya que la información proporcionada por las entrevistadas servirá de insumo para el proyecto y, a su vez, se compartirá con ellas la información relevante encontrada en la primera etapa respecto al reconocimiento de sus derechos. También, se espera que los resultados del proyecto sirvan como aportes relevantes para pensar herramientas que aborden de forma crítica la situación del empleo doméstico.