El semillero de Fronteras, Sociedad y Participación Política, vinculado al grupo de investigación Relaciones Internacionales y Asuntos Globales (RIAG), en su plan de trabajo ha definido la caracterización de las zonas de frontera del país —especialmente la zona de frontera amazónica colombo-ecuatoriana— para propiciar reflexiones, debates y acercamientos entre la academia, las instituciones, organizaciones sociales y la ciudadanía sobre procesos de participación política que se articulen con la realidad social y económica de los espacios fronterizos. Nuestra meta es analizar la incidencia del cierre del paso fronterizo debido a la contingencia del covid-19 sobre las relaciones sociales transfronterizas productivas, reproductivas, identitarias y político-organizativas del espacio fronterizo (EF) Puente Internacional San Miguel (Putumayo) entre los años 2020 y 2022 pues este se caracteriza por ser una zona con gran tránsito de personas, alto flujo comercial y un punto de intercambio esencial para la región. Además, presenta un contexto de informalidad e ilegalidad que ha permitido la instauración de un orden social y una forma de relacionamiento particular con el Estado (Torres, 2011) al ser el único paso formal desde Colombia hacia Ecuador en toda la frontera amazónica. Partiendo de la revisión crítica de los estudios de frontera, comprendemos a la frontera como espacios de disputa y nos distanciamos de su entendimiento tradicional de límite (Zarate Botia y Asociado 2013, 48). Para la presente investigación las fronteras exceden su definición de espacios de separación físicos y estables; en cambio constituyen territorialidades multi-espaciales en constante cambio (Aponte Motta y Kramsch 2020; Newman 2015; Tapia 2017; Zárate Botía 2008). Las fronteras serán abordadas a través de la categoría de espacios fronterizos (EF) en los cuales entran en contacto mundos distintos a cada lado de las mismas, generando cambios en los seres que habitan las zonas fronterizas, en sus cuerpos, historia, memoria, lengua, identidades, entre otras construcciones sociales que implican formas de ser y hacer. Esta denominación permite dar cuenta de la construcción social de las fronteras, y, por tanto, en permanente transformación, comprendiendo el EF desde las prácticas sociales de los sujetos locales, lo cual brinda pistas sobre cómo los procesos de fronterización son transgredidos, redefinidos y legitimados por las realidades territoriales. En esta misma línea, se parte del presupuesto respecto a que la pandemia cambió la concepción de los actores sobre las fronteras y las relaciones transfronterizas al establecerse cierres de los pasos fronterizos por parte de los gobiernos nacionales, lo cual hace necesario valerse de categorías como refronterización o desfronterización en la frontera amazónica colombo-ecuatoriana. Al tiempo, sugerimos como hipótesis tentativa la creación y reconfiguración de caminos y trayectorias de las prácticas sociales transfronterizas —quienes en su diversidad— desfronterizaron el Río San Miguel y lo habilitaron como una localización de apertura, mientras otras se sumieron en la restricción y optaron por la refronterización. Para ello, se hará uso de metodologías cualitativas que incluyen la etnografía reflexiva y la cartografía social. Empleando las técnicas de entrevistas no directivas; observación participante y mapeo, con la información sistematizada se pretende construir un artículo académico que siga la estructura del texto etnográfico, especialmente a través del género como categoría de análisis necesaria para abarcar importantes aspectos de la vida social transfronteriza generalmente invisibilizados, como aquellos relacionados con la familia, el espacio privado y las relaciones asimétricas entre los sexos. De ahí que parte importante del trabajo etnográfico busque centrarse en las mujeres transfronterizas a la hora de analizar las relaciones sociales transfronterizas.