Menos del 1% de los campos del país poseen una producción que proviene de tecnologías de recobro mejorado (EOR). No obstante, se proyecta un aumento de la actividad con el afinamiento de las metodologías a nivel de laboratorio, la adecuación de campos y los buenos resultados de estos procedimientos. Los métodos de recobro químico se han reportado como las técnicas de EOR con mayor índice de efectividad. De hecho, a nivel mundial, se reporta implementación exitosa o promisoria en cerca de los 80% de los casos reportados y menos del 2% son no exitosos. Dados los antecedentes, estas tecnologías de mejoramiento del recobro deben ir siempre acompañadas de un trazador del flujo de los fluidos inyectados, puesto que de esta manera se permite elucidar el patrón de movimiento de los fluidos en la formación y predecir con una alta certeza si el tratamiento en uso esta teniendo influencia o no sobre el recobró, y asi optimizar los gastos y esfuerzos asociados a la inyección de los materiales para el mejoramiento. A pesar de que se cuenta en el mercado con una gama de trazadores que desempeñan esta tarea, muchos están asociados con materiales radioactivos que dadas sus propiedades representan una alta toxicidad y difícil manejo, por otra parte los trazadores derivados del acido benzoico, ampliamente utilizados en la actualidad presentan complicaciones relacionadas con los métodos analíticos necesarios para su cuantificación, interacción con la formación y/o el crudo, además de los largos tiempos requeridos para tener resultados de su cuantificación lo cual limita la posibilidad de tomar decisiones en tiempo real. Para sobreponerse a las dificultades en la aplicación de trazadores de flujo como estrategias para el recobro mejorado en la industria del petróleo y gas, vale la pena considerar el carácter innovador y las diversidad en las propiedades de los puntos cuánticos del carbono, entre las cuales se encuentra una alta capacidad fluorescente que permite una detección rápida y económica en superficie, ya que se requiere únicamente el uso de un espectrofotómetro. Adicional a esto se ha demostrado su foto-estabilidad, poca interacción con la formación y con el crudo, nula afectación sobre las propiedades del agua de inyección como son la tensión interfacial de los fluidos, excelentes propiedades catalíticas, baja toxicidad y alta biocompatibilidad [6-8], esto los hace capaces de predecir de manera eficiente los patrones de flujo de los fluidos en campo. Su aplicación ha crecido de manera exponencial, constituyéndose como una alternativa innovadora en diferentes sectores industriales. No obstante, su disponibilidad a nivel comercial se ve limitada debido a procesos de síntesis poco estudiados. Por ejemplo, en Colombia solo una empresa cuenta con las facilidades técnicas para la producción a escala de puntos cuánticos del carbono y dentro de su portafolio se encuentran no más de tres trazadores lo que limita su aplicación en campo para sistemas de pozos productor-inyector complejos. Sin embargo, nuevas estrategias de síntesis simples, con cortos tiempos de reacción y de bajo costo, deben proponerse. Representando una oportunidad para extender su uso industrial [8,9]. Adicionalmente, la incorporación de residuos orgánicos como fuente de carbono en los procesos de síntesis, provee un desarrollo bajo en carbono, eficiente en el uso de recursos y con alto potencial [10-12] planteando modelos de economía circular.
El objetivo principal de la siguiente propuesta se enmarca en el desarrollo de diferentes tipos de BIO-CQDs altamente estables y luminiscentes, basados en materias primas que actualmente son residuos de la agroindustria nacional con bajo o nulo valor comercial, Empleando procesos de síntesis costo-efectivos, como una alternativa innovadora y amigable con el medio ambiente para su aplicación como bio-nanotrazadores de la industria de hidrocarburos [12, 13] que actualmente se ve limitada por la oferta de este tipo de moléculas. |