El propósito de esta investigación es analizar cómo el fenómeno de acaparamiento de tierras para el monocultivo del aguacate hass, genera conflictos ambientales, re-significa la cultura campesina y transforma el paisaje en la región del eje cafetero, específicamente en los municipios de Neira – Caldas y Calarcá en el Quindío; que permitan por un lado dar cuenta de la incidencia de estos procesos en la transformación del paisaje cultural considerado como parte del patrimonio tradicional y de la humanidad, y por otro identificar la generación de estrategias locales de sostenibilidad de la producción campesina ante el fenómeno aquí expuesto. Y es que los cambios que se vienen dando en dichos municipios son claves en las nuevas dinámicas socioterritoriales. En esta perspectiva cambios y transformaciones en el paisaje cultural son el resultado de la interacción de los seres humanos con el espacio que habitan; interacción que se da continuamente sobre un lugar con unas características biofísicas particulares (Pérez, 2017). Aunque el paisaje siempre está en proceso de transformación, hay eventos que aceleran sus cambios; así lo plantea Tobón (2013) al señalar que los cambios de uso del suelo en escalas locales están directamente relacionados con las dimensiones económicas, tecnológicas, institucionales, culturales y demográficas que van en un lugar específico y en una perspectiva histórica y geográfica especifica. De ahí que esta investigación proporcione un análisis a dichas dinámicas a partir de la etnografía territorial, para explorar no solo el sentido y la significación de las prácticas productivas sino también el interés de actores sociales e institucionales, cómo éstos son capaces de interpretar, mediante su discursividad, el pensamiento de sus propias circunstancias, aunque no sea teórico, ni ideológico (Zemelman, 2005, en Pérez, 2017). En este sentido, la investigación se orientará en el análisis de las percepciones y representaciones de la reconfiguración territorial (entiéndase sociocultural, económica y ambiental) en torno a la re-significación de la cultura campesina en contraste con el paisaje cultural el cual es catalogado por la UNESCO como patrimonio de la Humanidad, lo que conlleva a realizar una cartografía de patrones de cultivo para explicar las dinámicas y cambios en el uso del suelo como consecuencia del acaparamiento de tierras y monocultivos; finalmente el contraste entre las prácticas y los discursos por parte de los diferentes y diversos actores locales e institucionales