El sector rural en Colombia ha sido escenario de múltiples conflictos no resueltos y una atención gubernamental contradictoria a las necesidades generadas por los agricultores y campesinos a pequeña escala, y aún más, por las juventudes rurales que han sido invisibilizadas históricamente. La actual crisis agraria, basada en el modelo convencional de revolución verde, ha generado movimientos agroecológicos para una producción agropecuaria alternativa, en pro de la conservación de culturas, especies y saberes a favor de la vida tanto en los territorios rurales como urbanos. Tales estrategias agroecológicas merecen ser heredadas por las juventudes rurales, que en gran parte se encuentran migrando hacia las urbes. La migración de jóvenes rurales hacia sectores urbanos implica que el conocimiento tradicional sobre su entorno tiende a desaparecer, y por tanto, se requieren programas y proyectos dirigidos a divulgar y preservar prácticas y saberes, que disminuyan la progresiva pérdida de riqueza cultural en relación con usos y significados en torno a las plantas, la diversificación, propagación y protección de semillas nativas, las manifestaciones artísticas y musicales propias, y las prácticas artesanales y culinarias, además de aquellas relacionadas con la memoria histórica y las tradiciones orales (Periodico UNAL 2018). La revalorización de la pericia y entendimiento de su territorio, adquirido en la etapa infante del joven, es un patrimonio cultural con posibilidad de contribuir al buen vivir de los territorios, por cuanto entiende la historia y relación construida por las comunidades habitantes con los ecosistemas de la región y sus características. Por ello, los jóvenes son actores clave para el desarrollo de estrategias innovadoras que merecen ser apoyadas, como lo es la reproducción, multiplicación y conservación de las semillas nativas y criollas mediante el rol fundamental de custodios de semillas para la preservación de la diversidad genética. Este legado que los jóvenes de la EPA, por su propia convicción, han decidido tomar como parte de su quehacer colectivo, permite conservar y generar conocimiento, promover una fuente de ingresos económicos como una de las necesidades actuales de los jóvenes, y motivar a más jóvenes y niños por la protección de semillas y la permanencia en sus territorios. En este sentido, la Universidad Nacional de Colombia Sede Palmira en alianza con la Red de Mercados Agroecológicos Campesinos del Valle del Cauca - REDMAC, mediante el presente proyecto busca fortalecer la preservación de semillas nativas y criollas en sistemas agroecológicos como estrategia para aportar a la permanencia de los jóvenes de la Escuela de Pensamientos Agroecológicos - EPA en los territorios rurales, mediante el uso de herramientas metodológicas apropiadas para el trabajo en campo y la apropiación social del conocimiento, como lo son la educación popular y las mingas del pensamiento y de la acción. Lo anterior permitirá obtener como resultado del trabajo colectivo: jóvenes formados como custodios de semillas nativas y criollas, variedades de semillas nativas y criollas custodiadas, y casas de semillas fortalecidas por el abastecimiento de semillas nativas y criollas.