La respiración del suelo puede ser catalogada como el total de flujos de dióxido de carbono (CO2) provenientes de la actividad biológica edáfica (Vásquez et al., 2013). Estos flujos pueden repercutir en el comportamiento fisiológico de las plantas, ya que el CO2, junto con el agua, son la principal materia prima para el proceso fotosintético. Siendo el CO2 de vital importancia para el proceso fotosintético se esperaría que un incremento en su concentración se traduzca en una mayor tasa fotosintética, y, por tanto, un mejor comportamiento fisiológico de la planta, y porque no, un mejor desempeño agronómico, como ha sido demostrado en estudios llevados a cabo en invernaderos (Thongbai et al., 2010) y laboratorios (Sánchez et al., 2000). Por su parte la aplicación de abonos verdes al suelo es una tecnología agroambiental sostenible que permite mejorar el desempeño agronómico de las plantas (Sanclemente, 2009 y Sanclemente, 2013), porque, incrementa la disponibilidad de nutrientes, la eficiencia de la fertilización aplicada y la actividad microbiana del suelo. De acuerdo a lo anterior, la aplicación de abonos verdes al suelo incrementa la actividad microbiana (Tejada et al., 2007 y Sanclemente, 2009), dicha actividad produce CO2, el cual escapa a la atmosfera o posiblemente podría estar siendo tomado por las plantas; contribuyendo a mejorar su proceso fotosintético, lo cual, probablemente, se puede ver reflejado en una mayor producción de biomasa. El efecto de la actividad microbiana cuantificada como respiración del suelo sobre la fisiología de las plantas, principalmente del proceso fotosintético, no ha sido estudiado a profundidad, a pesar de ser evidente que un mayor flujo de CO2 puede repercutir en el desempeño fisiológico de las plantas. Por consiguiente, es importante determinar si existe alguna relación entre el aumento de la actividad microbiológica, con el consecuente incremento de la producción de CO2 del suelo, y el mejoramiento del proceso fotosintético en las plantas. En concordancia con lo anterior, para comprender los efectos de la aplicación de abonos verdes sobre la fisiología de las plantas es necesario considerar la actividad microbiana (respiración del suelo) y su interacción con los procesos fisiológicos de las plantas. Por tanto, es propósito de esta investigación estimar los efectos de la respiración de suelo sobre la fisiología de las plantas. Pues, hasta la fecha las investigaciones solo han abordado los efectos de la fotosíntesis sobre el incremento de CO2 proveniente del suelo (Baldocchi et al., 2006; Moyano et al., 2008; Bahn et al., 2009; Yan et al., 2011; Han et al., 2014), pero no, el efecto de la respiración del suelo sobre el desempeño fisiológico de las especies cultivadas. El incremento de CO2 del suelo por el proceso de mineralización de los abonos verdes aplicados podría generar efectos positivos en el desempeño fisiológico y agronómico, principalmente de las plantas C3. Como, por ejemplo, la fotosíntesis neta se incrementaría progresivamente con el aumento del CO2, y se disminuiría la fotorrespiración, en particular, en especies C3; en general, se podría esperar un mejoramiento en el crecimiento, desarrollo y en la productividad de los cultivos. En resumen, con este estudio se pretende mejorar la compresión entre los patrones fisiológicos de las plantas C3 y la respiración del suelo.