En el marco de los acuerdos de Paz entre el Estado Colombiano y las FARC(EP) firmado en el año 2016 se estipuló la reforma rural integral que comprende la adopción y puesta en marcha de una Política de Salud Rural (PSR) para el país y su implementación a través del Plan Nacional de Salud Rural. Los avances Estatales en esta materia no sólo han sido precarios sino que el diseño que se viene proponiendo sienta sus bases en los precepciones y configuraciones dispuestas para el sistema general de seguridad social en salud (SGSSS) soportado en un modelo de aseguramiento, que ya ha demostrado ser inadecuado para dar respuestas efectivas a las diversidades territoriales y específicamente en su respuesta a la ruralidad. Adicionalmente, las condiciones del conflicto armado que han marcado los territorios mayormente rurales como la Macarena en el Meta y San Vicente del Caguan en el Caquetá, han puesto en evidencia la multiplicidad de factores sociales, económicos, culturales y ambientales que afectan la realización del derecho al buen vivir y a la salud. Es palpable la ausencia de modelos de atención, de organización y gestión de redes de salud adecuadas a las condiciones campesinas, étnicas y de género de la población y a las circunstancias de dispersión del territorio; la falta de capacidad resolutiva preventiva y curativa de los servicios de salud por la insuficiencia de recurso humano calificado, tecnologías apropiadas y el inadecuado arreglo contractual entre aseguradores y prestadores de servicios; así mismo, la ausencia de colaboración y coordinación entre diversos sectores para desarrollar acciones en beneficio de la salud; y la escasa participación y cultura comunitaria en salud. Tales circunstancias se han verificado a partir de las experiencias de intervención que han venido desarrollando las Universidades Pontificia Universidad Javeriana, la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad de La Salle, integrantes de la Red de Universidades y Organizaciones Sociales en Salud para la Paz (Red SaludPaz) a las comunidades y territorios de la zona rural del municipio de La Macarena en el Departamento del Meta y de la región de Pato-Balsillas en el Departamento del Caquetá desde el año 2017. También de la experiencia de trabajo a lo largo de los años de la Cruz Roja Colombiana y la Cruz Roja Noruega en varias zonas afectadas por el conflicto armado en el país. Estas preocupaciones conjuntan han llevado a que dichas entidades, durante el primer semestre del año 2019 hayan buscado aunar esfuerzos y generar sinergias a partir de las experiencias y aprendizajes acumulados en la interacción directa en territorio y con sus comunidades para proponer una iniciativa que busca contribuir a la construcción de un nuevo modelo de salud rural para Colombia, a partir de un proceso participativo de diálogo de saberes y fortalecimiento de capacidades individuales y colectivas para la gestión de la salud en territorios afectados por el conflicto armado, en particular, desde la experiencia demostrativa que se desarrolle con las comunidades de La Macarena y Pato-Balsillas. Esta iniciativa se sitúa como un proyecto de investigación acción y de innovación social. El objetivo general es potenciar las capacidades de las comunidades rurales de La Macarena, Cuenca del Río Pato y Valle de Balsillas mediante un diálogo de saberes orientado a preservar y/o transformar las condiciones eco-sociales de los territorios y los modos, estilos de vida y estados de salud de las comunidades, familias y personas. Para su consecución se han definido los siguientes objetivos específicos: 1) Fortalecer las capacidades de las personas en proceso de reincorporación y de las comunidades aledañas para lograr una efectiva promoción y gestión integral de la salud en los territorios; 2) Fortalecer las capacidades organizativas, los conocimientos y las prácticas de salud de las personas en proceso de reincorporación y de las comunidades de las veredas aledañas de