El cartílago articular se caracteriza por ser avascular, con una baja actividad condrogénica. Los defectos osteocondrales (DO) pueden darse como resultado de un proceso degenerativo como la osteoartritis, o tras una lesión aguda que con el paso de los años resulta en el deterioro articular. Estas lesiones son un desafío para la ortopedia actual ya que no hay cicatrización espontánea. Cuando la lesión compromete el hueso subcondral logra una reparación provisional que resulta en la formación de fibrocartílago con unas características biomecánicas diferentes. Existen tratamientos antes de llevar el paciente a un reemplazo articular: implante de condrocitos autólogos, auto o aloinjerto de cartílago, y la microfractura, mediante la cual se estimula el sangrado medular óseo y busca formar una cicatriz de fibrocartílago. Se han utilizado tratamientos alternativos no invasivos, como analgésicos y antiinflamatorios no esteroides, para reducir del dolor y mejorar la discapacidad y la función de la rodilla. Ninguna de estas estrategias ha demostrado reunir características para establecerse como opción ideal de tratamiento, ya sea por su complejidad técnica, costos, resultados variables y para el caso de los aloinjertos el riesgo de rechazo inmunológico o transmisión de enfermedades. Es imperativo buscar opciones para regenerar el cartílago articular y mejorar la calidad de vida del paciente y retrasar o impedir una cirugía de reemplazo articular. La medicina regenerativa se presenta como una de las mejores alternativas y brinda opciones como las terapias celulares y el plasma rico en plaquetas (PRP). El PRP es un tipo de tratamiento con factores de crecimiento. Se obtiene por centrifugación de sangre autóloga, lo que aumenta la concentración de plaquetas de 3-5 veces. Las plaquetas activadas, se degranulan y liberan factores de crecimiento e inician una cascada de crecimiento celular y reparación/remodelación de tejidos dañados. Se han identificado factores de crecimiento como PDGF, TGF-b, EGF, ILGF, bFGF y VEGF. Se sabe que estos factores orquestan una serie de eventos moleculares que conducen a la síntesis de colágeno, angiogénesis, mitogénesis de células madre mesenquimales (MSC) y crecimiento y diferenciación de condrocitos. El PRP ha mostrado sus efectos en diferentes modelos animales y ensayos clínicos con DO. Aunque sus mecanismos de acción no son completamente entendidos, se cree la liberación de factores tróficos que atraen MSC, promueven la diferenciación celular, tienen un efecto inmunomodulador, y que además por su contenido de fibrina, constituye un andamiaje para la liberación y entrega de dichos factores. Los resultados son prometedores en términos de generación de cartílago hialino, no obstante, ampliamente variables, en parte debido a la heterogeneidad del PRP. Las células madre adultas, en particular las MSC, se han convertido en una de las principales herramientas de la terapia celular para el tratamiento de patologías que afectan funcionalmente al tejido osteoarticular. Aunque los primeros conceptos sobre la aplicación de las MSCs se basaron en su capacidad de diferenciación multilinaje, los últimos ensayos clínicos se han centrado casi completamente en su Efecto Paracrino, es decir, la capacidad de las MSC para ejercer su función biológica a través de la secreción de citoquinas y factores de crecimiento que pueden inducir el proceso endógeno de reparación. Estas moléculas pueden recolectarse a partir de los medios de cultivo de las MSCs que se denominan Medios Condicionados (MC). El grupo de Investigación Biología de Células Madre de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia ha trabajado en estudios pre-clínicos durante más de 10 años, evaluando el potencial regenerativo de los MC. El presente trabajo pretende evaluar el potencial condrogénico del PRP como tratamiento convencional y compararlo con el tratamiento del PRP suplementado con hADMSC-MC en un modelo de DO en rodillas de con