Las abejas nativas sin aguijón, también conocidas como "angelitas", (Apidae: Meliponini) son uno de los principales grupos de insectos polinizadores que habitan los campos y áreas pobladas de nuestro país, generalmente por debajo de los 2500 m.s.n.m. Son reconocidas y en parte aprovechadas por las comunidades indígenas y rurales como fuente de miel y cera gracias a la posibilidad de semi domesticación en un conjunto de prácticas conocidas como “meliponicultura". En Colombia encontramos una diversidad enorme, pues se han registrado más de 100 especies que corresponden a la mitad de las especies conocidas en todo Brasil, a pesar de que este último es siete veces más grande que nuestro país. Aproximadamente un tercio de las especies colombianas son usadas en la meliponicultura, una práctica que ha tomado auge en los últimos años particularmente con el tratado de paz con las FARC en el 2016. Empresas privadas, así como entes del gobierno, han promovido la meliponicultura como una práctica sostenible de los recursos no-maderables del bosque. Esto ha llevado a la creación de muchos proyectos de meliponicultura en varias regiones del país y como consecuencia, al saqueo y traslado indiscriminado de nidos naturales. Desafortunadamente, la identificación de estas abejas es problemática, pues no existen las herramientas moleculares ni morfológicas para conocer que especies se están realmente utilizando en el país o medir el impacto del manejo de las poblaciones y especies silvestres. Además, no existen políticas a nivel nacional que aseguren la conservación y uso sostenible de estos polinizadores. Estudios recientes en nuestro laboratorio indican la existencia de muchas especies nuevas, varias de ellas con rangos de distribución restringidas a algunas regiones naturales o hábitats. Se pretende con este trabajo establecer la identidad de las especies utilizadas en Colombia para meliponicultura, sus distribuciones geográficas, así como establecer su diversidad genética entre diferentes regiones y las relaciones filo geográficas o de parentesco entre las poblaciones regionales colombianas. Esto, con el objeto de proveer a los meliponicultores y a las autoridades que regulan esta actividad económica de herramientas de conservación de la diversidad como por ejemplo el control de la translocación de poblaciones genéticamente diferenciadas o herramientas de gestión en el caso de la denominación de origen de los productos.