Las redes de distribución que integran generación cercana a centros de consumo, sistemas de almacenamiento de energía y la participación activa de la demanda presentan desafíos relacionados con la operación, integración y control de estos recursos denominados Recursos Energéticos Distribuidos (DERs por sus siglas en inglés) [1], [2]. Esta integración genera oportunidades para definir estrategias técnicas, regulatorias y económicas con el fin de garantizar una operación segura y confiable de microrredes aisladas [2][4], dando flexibilidad a la red de distribución y permitiendo que esta brinde servicios de soporte técnico al sistema de transmisión. Además, los beneficios que ofrece cada agente se pueden aprovechar para asegurar que el suministro continuo de electricidad sea sostenible en el tiempo. Sin embargo, es importante destacar que la inclusión de DERs en la red de distribución introduce cambios en la operación y en la gestión de los recursos asociados a ella, especialmente las diferencias significativas entre la operación de un sistema de distribución activo y la operación de un sistema de distribución pasivo tradicional [3], [5][9].
Para el funcionamiento de un sistema de distribución activo con alta penetración de recursos energéticos distribuidos conectados a nivel de media o baja tensión se hace necesario incluir plantas de generación distribuida con control avanzado, así como instalar dispositivos de medición y control en el alimentador y la demanda para monitorear constantemente el sistema. Con esta integración, es posible brindar servicios de soporte técnico que incluyan a todos los DERs conectados a la red de distribución, llevando a que la flexibilidad que puede abstraerse de la inclusión de estos recursos permita mejorar variables técnicas en el sistema, como lo son los perfiles de tensión, la congestión y las pérdidas en las líneas. [10].
Una operación flexible y confiable que mantenga niveles aceptables de seguridad, confiabilidad y calidad es uno de los desafíos que surgen con la integración de los DERs. Estos conceptos están relacionados con la resiliencia y la capacidad de las redes de distribución actuales de proporcionar un suministro eléctrico continuo a los usuarios [11].
En este contexto, el presente proyecto buscar determinar los posibles retos y desafíos que se presentarían en el país por la integración masiva de recursos energéticos distribuidos, en especial los relacionados a la generación proveniente de recursos renovables, con el fin de establecer recomendaciones para los operadores de red y los usuarios finales respecto a los parámetros técnicos que deben considerarse al realizar la conexión de estos activos, para que dicha integración permita mantener las variables técnicas del sistema dentro de sus límites admisibles, a la par que se solucionen problemas locales preexistentes en las redes de distribución a las que se integran estos recursos. |