Esta investigación tiene como propósito indagar sobre los modos contemporáneos del hogar bogotano delimitado entre 1985 y la actualidad. El límite temporal se define por el boom de construcción de unidades de vivienda soportado por la adopción de las políticas económicas neo-liberales a través de los créditos de vivienda privados.
Dicho hogar contemporáneo se debate entre dos extremos de un espectro diverso: Por un lado, la creciente concepción de la casa como un objeto de consumo supone una entera dominación de las reglas del mercado inmobiliario, sometiendo al usuario a la única opción del prototipo de vivienda estandarizada, que reproduce el esquema moderno de vivienda (sala-comedor, habitaciones, cocina y baño) en conjuntos habitacionales de multifamiliares generalmente cerrados, en diferentes escalas y tamaños dependiendo de los niveles de ingreso. Un examen crítico de la oferta de vivienda de los promotores inmobiliarios lleva a las siguientes conclusiones preliminares: las condiciones financieras y los altos costos de administración la hacen difícilmente accesible a amplios sectores de población no formales; el afán de lucro y la inercia han llevado a un conservadurismo proyectual que no responde a las características contemporáneas en cuanto a distribución demográfica y sus consecuentes re-definiciones de la idea de familia; la homogeneidad de las soluciones no respeta las variaciones complejas e interesantes de las distintas zonas de la ciudad, y finalmente, el tipo de ciudad que producen los conjuntos cerrados cuyo correlato son los centros comerciales es insensible a los mecanismos espontáneos de socialización pues destruyen las calles y los comercios pequeños.
En el otro extremo, individuos particulares, arquitectos o asociaciones comunales, buscan controvertir el modelo imperante con experimentaciones socio-espaciales que ponen en el centro de la reflexión un habitar muy otro, capaz de particularizar las necesidades y quereres de los habitantes, logrando congregarlos alrededor un lugar para los afectos. Algunas de esas alternativas que se delinean tentativamente son las nuevas viviendas en barrios de conservación, los hogares de desarrollo progresivo en varias zonas de Bogotá, la conjugación del habitar y el trabajar en el mismo espacio, la expansión de la oferta para grupos como los universitarios, los anciano, los campesinos y los refugiados. |