El SARS-CoV-2 es un virus que se transmite de persona a persona, con tiempos de incubación entre 2 y 10 días. A nivel mundial, se registran un total de 10,717,158 casos de personas infectadas y un total de 516,738 muertes [1]. Donde el personal hospitalario constituye la porción de población con mayor riesgo de contagio debido a factores como el contacto directo con pacientes infectados (generadores de fluidos con presencia del virus), mayor tiempo y frecuencia de exposición, realización de procedimientos generadores de aerosoles y problemas con los equipos de protección personal [2]. La limitación de equipos de protección hospitalaria representa uno de los mayores desafíos en países con escasos recursos económicos. Varios estudios señalan que la protección personal inadecuada del personal médico es una de las principales causas de riesgo de infección, que sumado a la escasez de equipos y productos de protección podría significar un aumento significativo en los casos de contagio de los trabajadores de la salud [3]. Un análisis rápido de las condiciones de desinfección de los PPE, especialmente gafas, protector facial y batas de los médicos en el hospital universitario (HUN) de la Universidad Nacional de Colombia muestra que: a) hay reúso sin desinfección de los PPE, b) no hay un equipo para la desinfección de PPE, y c) los desinfectantes usados hoy día no dan seguridad de su efectividad, ya que su composición química es desconocida. De manera que si el HUN está atendiendo o tuviera que atender casos de pacientes con SARS-CoV-2, su personal médico estaría en peligro latente de contraer la enfermedad [4]. Por todo lo anterior, este proyecto multidisciplinario entre el departamento de química y la facultad e veterinaria y zootecnia estudiará la actividad virucida de textiles nanoestructurados, y además, desarrollará una formulación ambientalmente amigable para limpieza y desinfección de uso hospitalario contra COVID-19. Cabe resaltar que, aunque en principio estos dos objetivos se podrían ver como proyectos independientes, no es así. Para determinar si el textil es virucida y para desarrollar un desinfectante contra COVID-19 se tiene que desarrollar una metodología bioquímica que permita determinar la capacidad de cualquier material contra el COVID-19. Y esta metodología a desarrollar, con las modificaciones necesarias, será aplicada tanto al textil como al desinfectante. Metodología que además de ser aprovechada por este proyecto, puede significar que la Universidad se convierta en referente nacional para al análisis de cualquier material comercial que reclame ser virucida y especialmente contra COVID-19. Finalmente, teniendo en cuenta la limitación en tiempo y aspectos de bioseguridad, este proyecto hará todas sus pruebas sobre coronavirus aviar. Y aquella formulación desinfectante y textil con mayor poder virucida sobre corona virus aviar serán examinados sobre COVID-19. Pruebas que se harían en un proyecto posterior a este presentado aquí.