La región Amazonica siempre ha tenido una una economía extractiva, caracterizada por no existir límites fronterizos, asociada a incrementos a movimientos migratorios que tenían como objetivo realizar la explotación de quinales naturales y posteriormente el caucho, lo que genero entre 1850 y 1875 altas ganancias a las compañías extranjeras, especialmente en el auge de extracción de quina (1850-1873) y el jebe y/o el caucho, que durante 1850 y 1930 tuvieron alta demanda en el mundo en proceso de industrialización. Domínguez & Gómez (1990) En ese periodo se empezó a utilizar el término de “fronteras móviles” dado que el agotamiento del producto en el territorio explotado, obligaban a explorar otro nuevos, sin que existiera un serio control por parte de Colombia, Brasil y Perú. Sumado a lo anterior, también había poca presencia de las autoridades que garantizaran un mayor el control de los recursos extraídos; en el libro se evidencian relatos donde dan a conocer que el caucho que se extraía en el territorio colombiano, atravesaba la región amazónica para ser entregada y posteriormente comercializada por Brasil, donde la geografía de la Amazonia y especialmente sus ríos “eran cómplices” para la extracción de los productos naturales hacia el resto del mundo. Los principios que regulaban la navegación de los ríos internacionales comenzaron a cambiar en 1792 durante la revolución francesa (Medeiros, 1938); pero fue solo en 1815 en el Congreso de Viena, que la libertad de la navegación de ríos internacionales logró tener una acogida (Gregorio, 2008). En el caso de la Amazonia, en 1840 se iniciaron los debates en el parlamento Brasilero sobre el tema del monopolio del tránsito fluvial de los barcos a vapor sobre el rio Amazonas; generando una discusión entre dos grupos opuestos; los que defendían la libre navegación a vapor en el región y los que decían que este monopolio era un mal necesario debido a la necesidad de estimular una actividad nunca antes realizada y así poder estimular el comercio y la navegación en el rio Amazonas (Lima, 2017). En esos años, algunos empresarios de Belén propusieron navegar con barcos a vapor por el rio Amazonas, Tocantins, Solimoes , Negro y todos sus afluentes, cediendo algunos favores para el gobierno central; convirtiéndose en la primera tentativa seriamente considerada por el gobierno del imperio del Brasil para autorizar la navegación a vapor sobre el rio Amazonas para actividades de capital particular causando un impacto intraamazónico, debido a que se desarrollaron proyectos de colonización y de civilización para la región (Lopes, 2002) y acceso al circuito de producción gomífera, reduciendo los tiempos y aumentando considerablemente los volúmenes de carga del caucho, materiales y equipos para la construcción de campamentos de explotación con la fiebre de la quina; logrando de esta forma impulsar el crecimiento económico de la región (Mosquera, 2013) Weinstein,(1993) realizó una investigación en la Amazonia, que se concretó en el libro “A borracha na Amazônia: expansão e decadência (1850-1920)” dirigido al ciclo del caucho con especial énfasis en las relaciones de producción entre los “seringueiros, aviadores e barões da borracha” , como metodología accedió a fuentes principales en diferentes archivos, periódicos, entrevistas, y otras publicaciones, como también, en el análisis de los documentos de notarías en Belém (Brasil), en esta investigación demostró que el caucho ya dominaba el comercio en la región amazónica muchas décadas antes del “boom” y que había una cierta resistencia contra la extracción de este producto como principal actividad económica de la región por parte de los sectores dominantes, de igual manera, concluyó que la expansión del comercio del caucho en esa época creó condiciones para una mayor presencia de capital extranjero en la Amazonia, donde los intereses comerciales fueron muy complexos dado que las “casas aviadoras”.