El presente proyecto busca ahondar en el componente específico de determinación de toxicidad crónica por metales pesados, mercurio y plomo, en un grupo de personas sobrevivientes de la masacre ocurrida en Bojayá, Chocó en el año 2002. El proyecto se enfoca en el componente toxicológico que daría inicio a la Fase II del “Laboratorio de Salud Rural e Intercultural” para la comunidad de Bojayá, Chocó, fuertemente afectada por el conflicto armado interno colombiano, dando así continuidad a una iniciativa en desarrollo por el Grupo de Investigación en Violencia y Salud de la Facultad de Medicina desde el año 2017. Lo anterior en un marco de “justicia, verdad, reparación y garantías de no repetición individuales y colectivas” para las víctimas del conflicto armado colombiano. Durante la Fase I se avanzó en el diagnóstico de las necesidades de atención en salud individual y colectiva de una muestra de personas sobrevivientes a la masacre del 2 de mayo de 2002; así mismo, se efectuó una actividad inicial de diálogo de saberes con agentes comunitarios para facilitar la disposición en el territorio de personas capaces de brindar primeros auxilios psicológicos, se identificaron recursos institucionales y comunitarios con potencialidad para articularse en torno a la solución de las problemáticas centrales en salud individual, así como áreas susceptibles de ser intervenidas a partir del plan de reparación colectiva, en relación con la salud y el buen vivir de la comunidad en general; y se delinearon problemáticas en salud que requieren ahondar construcción de conocimiento específico que redunde en su solución a partir de investigaciones orientadas a tales temas. En relación con lo anterior, y además de la Fase I concluida en meses pasados, ya fue lograda la financiación de tres proyectos de investigación complementarios, para abordar específicamente asuntos de salud sexual y reproductiva de las mujeres, salud auditiva, y redes integradas de servicios de salud para el área rural. Queda pendiente la formulación de otros proyectos sucesivos de investigación y extensión para dar continuidad a las distintas fases del proyecto, planificado para una duración total de cinco años con expansión poblacional progresiva, junto con proyectos adicionales de investigación , ante otras necesidades identificadas hasta el momento, en relación con la telemedicina, la intoxicación por metales pesados que se pretende abordar en el componente que se presenta en esta propuesta, y el desarrollo de cáncer en diferentes localizaciones por parte de sobrevivientes a la masacre de Bojayá; entre otras problemáticas priorizadas en conjunto con la comunidad participante. Durante la fase I, se evidenció que un 27% de las personas evaluadas tenían aún alojadas en su organismo cuerpos extraños metálicos (esquirlas), como resultado del ataque sufrido con un artefacto explosivo improvisado que contenía metralla, en el marco de lo que se conoce como “la Masacre de Bojayá” del 2 de mayo de 2002. Igualmente, fueron prevalentes en el conjunto de personas sobrevivientes evaluadas síntomas, signos y diagnósticos clínicos que suelen presentarse como manifestaciones de intoxicaciones crónicas por metales pesados (mercurio y plomo) tales como: hipertensión arterial, parestesias, debilidad muscular, manifestaciones mentales crónicas de irritabilidad, depresión, debilidad muscular, cefalea, alteraciones reproductivas, entre otras . Si bien ello no nos permite afirmar por el momento la existencia de una posible relación entre algunos antecedentes evidenciados (esquirlas alojadas; sitio de habitación junto a la cuenca del rio Atrato que se ha reconocido como fuertemente afectado por la minería artesanal, y alimentación con alta presencia de pescado de dicha procedencia, por ejemplo) y los síntomas prevalentes reseñados, en relación con procesos de toxicidad crónica por metales pesados, si levanta la sospecha clínica suficiente como para justificar que se efectúe una determinación