Tras la crisis financiera de 2008 se retomó el debate sobre la enseñanza que reciben los estudiantes en ciencias económicas. Sin embargo, han pasado más de 10 años de la crisis y no se ha logrado una modificación sustancial en los contenidos curriculares. Existen diversas críticas a la teoría económica dominante; sin embargo, estas teorías son "marginadas" en algunos casos por su carencia de matematización y porque no han constituido una alternativa sólida ante el paradigma ortodoxo. No obstante, la enseñanza de enfoques teóricos heterodoxos podrían complementar la formación integral de los estudiantes en ciencias económicas, no sólo hasta el final de su carrera, sino desde los cursos introductorios.