El presente proyecto de investigación pretende hacer un análisis cuantitativo de los bienes y servicios y redes de transporte en las zonas afectadas por el conflicto armado en el departamento de Caldas mediante la aplicación de modelos de oferta del transporte y accesibilidad territorial regional. El país está atravesando por un momento coyuntural muy importante, luego de más de medio siglo de guerra, se firma la paz lo que da paso al periodo de post-conflicto donde los grupos armados ilegales harán su tránsito a la vida formal. Además, en este periodo la población debe cultivar el perdón que dejó todos estos años de desilusión por la presencia de la guerra para así trascender y preocuparse por lo realmente importante, el desarrollo y crecimiento a nivel personal, territorial y regional. Es por esto que el programa de jóvenes investigadores por la paz motiva e impulsa investigaciones que tengan su foco de atención en zonas que fueron afectadas directamente por el conflicto armado buscando eliminar la brecha de desarrollo que se abrió y acentuó durante el periodo de guerra entre aquellos territorios donde existía y no este conflicto, especialmente en la zona rural. El departamento de Caldas históricamente no ha sido el más afectado por la confrontación bélica en todo el país, pero al ser parte fundamental del eje cafetero y este a su vez paso obligado para las mercancías que pasan del centro del país al puerto de buenaventura, controlar algunos de sus municipios se volvió prioridad para las guerrillas en su estrategia para ganar el poder (Patiño & Valencia, 2005). Es así como algunos municipios del Departamento se vieron seriamente afectados por el conflicto, algo que se comprueba mediante el Índice de Incidencia del conflicto armado (IICA), medido entre 2002 y 2013 en todos los municipios mediante análisis multivariado, donde se crea una escala de cinco que va desde “muy alta” hasta “baja” incidencia del conflicto. Aquí se comprobó que, para Caldas, que posee 27 municipios, únicamente Samaná se encuentra en la escala de “muy alta” y Marulanda en “alta”, contrastado con 17 municipios que se encuentran en “medio-bajo” y 8 en “medio”. Además, ninguno de los municipios se encuentra en la menor escala “bajo”, donde están el 34% de los municipios del país (DANE, 2010). Es por ello que la investigación estará concentrada en Samaná, donde se buscará medir sus equipamientos y bienes y servicios discriminados por los nodos de actividad primaria (NAP) en salud, educación, seguridad y justicia como variables indispensables para cuantificar la oferta de bienes mínimos que deben poseer los habitantes para suplir sus necesidades fundamentales (Escobar, Cadena y Salas, 2015). Para cumplir nuestro objetivo se utilizan los análisis de accesibilidad territorial y oferta del transporte que posee Samaná como municipio y teniendo en cuenta sus NAP, respecto a todo el departamento y algunos municipios de control que poseen escala “medio-bajo” en el IICA, para así llegar a un análisis comparativo que nos permita plantear medidas para mitigar la falta de oferta de NAP y/o redes de transporte necesarias para aumentar la competitividad global del municipio y llevar a mínimos la oferta de equipamientos de bienes y servicios para sus habitantes