--Actualmente la situación de violencia que enfrenta la mujer a causa de la inequidad y desigualdad social a nivel mundial, presenta un aumento alarmante. Cada día, a través de los medios de comunicación o de situaciones cercanas en los hogares, barrios y trabajos, se escuchan más casos de discriminación, acoso, maltrato y feminicidio. En las regiones como Atlántico, Valle del Cauca, Santander, Bogotá, Antioquia etc, las situaciones en donde una mujer es agredida, maltratada, atacada, amenazada o asesinada son recurrentes, sin embargo, las acciones para penalizar estos hechos son deficientes, y, por lo tanto, son muchos los casos en los que el victimario se encuentra en las calles siendo una amenaza inminente para la víctima o en el peor de los casos, la mujer es asesinada frente a la negligencia y desatención del Estado. Por otro lado, las denuncias, a pesar de que han reportado un aumento, siguen siendo escasas y los esfuerzos desde otras instituciones (salud, educación, trabajo), para contrarrestar esta situación no son suficientes. A pesar de lo anterior, muchos grupos, organizaciones y colectivos se han encargado de denunciar y visibilizar esta situación en Colombia, con el fin de hacerle frente a esta problemática, más allá de la penalización del delito, que, a pesar de ser un gran logro, no reporta mayores cambios y más bien ha frenado el desarrollo de otras iniciativas que involucren de forma más directa y efectiva a la sociedad, a través de la creación de espacios y estrategias que generen cambios en la estructura social. La penalización ha sido la forma por excelencia para atacar estas situaciones, pero no para prevenir las mismas. Casi que se ha diseñado una estrategia para hacerle frente al problema cuando ya la mujer ha sido agredida, violentada, o asesinada, pero no se han concentrado los esfuerzos en cambiar la estructura social, en donde los roles de género se presentan estrictamente definidos. Es una sociedad machista, inequitativa y patriarcal. Con base en lo anterior, el presente proyecto tiene el objetivo de desarrollar un observatorio cuya función sea hacerle un seguimiento detallado no solo a los casos de feminicidio en Colombia y México, sino a las movilizaciones sociales que se desprenden de esta problemática, a lo jurídico, a lo legislativo y las políticas educativas. Adicionalmente se constituirá en una base que reúna la producción académica de todo lo que se relacione con el feminicidio y producirá nuevos productos tanto académicos como de divulgación que podrán servir para generar política pública, para apoyar el análisis de la problemática e impulsar cambios en diferentes escenarios, especialmente en la educación. Para ello se propone un acercamiento a todo el ámbito educativo, con el fin de observar los aprendizajes en perspectiva de género que se difunden a diario, las necesidades de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de responder a situaciones de género y cómo se tramitan. Esto para realizar cambios o fortalecer estrategias que se unan a los esfuerzos por cambiar las situaciones de las mujeres en la sociedad. Esto porque se considera que a través de los estudios y análisis es posible determinar estrategias y vías más efectivas que la penalización del delito, no solo para atacar estos hechos sino para prevenirlos. Por lo tanto, este proyecto parte de que la educación es el pilar fundamental que garantiza la disminución de hechos como los feminicidios, la disminución de las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres y la creación de estrategias que enseñen a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes a cambiar los patrones sociales que rigen las relaciones de género. Ahora bien, este observatorio se desarrollará con un grupo de investigación cuyas experiencias son variadas dada la proveniencia de algunos de los investigadores; unos de México, otros de Colombia, lo cual permitirá que la posibilidad comparativa sea más enriquecedora.