El Observatorio de Medios de Comunicación, Obsemed, se creó en el año 2009 con la financiación de la Dirección de Investigación de la Universidad Nacional de Colombia, en adelante, UN, sede Bogotá. Desde 2010, se viene desarrollando con el apoyo financiero de la Vicedecanatura de Investigación y Extensión de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y sociales de la UN. Desde ese mismo año, el grupo de investigación se ha presentado a las convocatorias de observatorios de la Vicedecanatura de Investigación. Ha logrado consolidar el seguimiento a medios escritos, radiales y visuales y ha contribuido con la formación de nuevos investigadores en los niveles de pregrado y posgrado de las disciplinas de Derecho y Ciencia Política. En su etapa inicial, “Medios para ver”, el observatorio tuvo como objetivo estudiar la información que circulaba en los medios masivos de comunicación, con el fin de identificar patrones de índole social, política y económica a los que respondían, así como los rasgos que imprimían en la cultura política colombiana y su incidencia en la formación de públicos deliberativos y democráticos o audiencias pasivas y autoritarias. El desafío para 2018 – 2020 del grupo es reflexionar sobre la transformación en los hábitos de consumos de medios de los ciudadanos, teniendo en cuenta que los medios digitales se vienen fortaleciendo en Colombia y, por su naturaleza tecnológica, configuran nuevos escenarios de información en línea, de actualización continua y apropiación en aumento de redes digitales y cadenas de distribución por medios como WhatsApp. Esta modificación tecnológica en el consumo mediático contrasta con las rácticas tradicionales clientelistas que preservan las familias tradicionales de las élites en el poder, juega un lenguaje polarizante heredado del bipartidismo [Liberal / Conservador] del siglo XX, que deviene en supuestas o reales tensiones [Derecha / Izquierda], para el siglo XXI; que es superficial a la hora de abordar los asuntos sobre la Memoria, la Reparación, la Garantía de no repetición, y poco profundiza en asuntos estructurales como el funcionamiento de las redes de narcotráfico, que sostienen un andamiaje apenas sospechado, sobre lo que implica el delito y el crimen en el orden transnacional. La polarización en la cultura política colombiana y el modelo de propaganda amigo - enemigo lleva a la opinión pública a quedar atrapado en burbujas de opinión, donde difícilmente se logra entablar un diálogo donde sea posible el debate y la argumentación entre puntos de vista diferentes, que permita identificar consensos y disensos. Entre tanto, los recursos públicos son capturados por las redes de corrupción, la perpetuación del poder en manos de elites tradicionales y estructuras regionales clientelares, que inhiben los ejercicios de control y veeduría ciudadana, sobre los recursos públicos y la puesta en marcha de las políticas públicas. “Los mass media manejan la opinión pública a través del diseño de la agenda, la cual cuenta con filtros para excluir de los medios todas las noticias que no sean útiles o estén en contra del poder económico y estatal” (Chomsky, y Herman, 2000, p. 20). Sin embargo, las tecnologías de la información y la comunicación han permitido la aparición de nuevos medios cuyas búsquedas discurren por caminos diferentes a los de los medios tradicionales, que tienen una importante presencia en línea, Eltiempo.com, Elespectador.com, Caracol.com y RCN.com. A su lado, están al aire hoy portales como “La silla vacía”, “Razón pública”, “Ideas para la paz”, “Verdad abierta”, “Desdeabajo.info”, entre otros, que tienen diferentes orígenes y formas de financiación pero que también está jugando un papel importante en el análisis de las noticias y la formación de una opinión pública más crítica. Se hace necesario replantear el discurso de la construcción de una paz sostenible, estable y duradera, dado que el tema de la paz, la reconstrucción del tejido social como política de Estado.