Los frutos tropicales como la fresa (Fragaria vesca), mora (Rubus glaucus) y uchuva (Physallis peruviana) son frutos muy apreciados por el consumidor, con un aroma intenso y sabor entre dulce y dulce-amargo. Estos presentan un alto interés comercial, debido a que suministran al organismo cantidades apreciables de carbohidratos, minerales, vitaminas, fibras esenciales y antioxidantes, los cuales son requeridos para una buena salud. En Colombia, estos frutos son principalmente consumidos en fresco, refrescos, mermeladas, helados, saborizante de yogur, entre otros.
Debido a su composición, estos frutos encajan dentro de la gama de los alimentos funcionales, los cuales representan los alimentos de mayor interés por el consumidor moderno. El término alimento funcional se refiere a un alimento o ingrediente capaz de mejorar la salud y/o reducir el riesgo de enfermedad (Ramírez et al, 2012). Además, se trata de alimentos que se consumen dentro de una dieta normal para obtener efectos beneficiosos que van más allá de los requerimientos nutricionales tradicionales (Torrenegra et al., 2015).
El presente proyecto es presentado por el Grupo de Alimentos Funcionales de la Universidad Nacional de Colombia (Grupo A1, Colciencias) y la empresa Proexcar S.A.S., con el objetivo de fortalecer la competitividad de las cadenas de fruta pequeña (mora, fresa y uchuva), a partir del desarrollo y escalamiento industrial de alimentos funcionales aglomerados: 1) polvo aglomerado de mora, 2) polvo aglomerado de fresa, y 3) polvo aglomerado de un mix de mora, fresa y uchuva, todos adicionados con componentes activos (CA) para potencializar la actividad antioxidante de los productos. Este proyecto se contextualiza como una continuación de las investigaciones que vienen realizando el Grupo de Investigación de Alimentos Funcionales (GAF) quien, desde hace aproximadamente 15 años, busca fortalecer la capacidad científica y generar valor agregado a la biodiversidad colombiana, utilizando nuevas tecnologías o tecnologías mejoradas, lo cual se convierte como un camino efectivo para el mejoramiento de la competitividad de las agrocadenas. El macroproyecto se plantea en cuatro etapas de investigación:
En una 1ª etapa, se plantea el desarrollo de formulaciones base para cada producto, estables termodinámicamente, que se ajusten a los criterios de diseño del secador piloto a utilizar en cuanto aspectos reológicos y de sólidos totales. Para tal fin, se evaluará la influencia de los sólidos totales aportados por cada fruto, el tiempo de homogenización y la concentración de aditivos (en caso de requerirse) sobre la estabilidad de las propiedades de las suspensiones bases de alimentación al secador por aspersión. Se aplicará la metodología de superficie de respuesta con un diseño estadístico central compuesto cara centrada (=1), el cual permitirá determinar la formulación y las condiciones más adecuadas en el proceso de homogenización.
En una 2ª etapa, los procesos de secado por aspersión se optimizarán utilizando la metodología de superficie de respuesta, con diseños experimentales central compuesto cara centrada (=1), teniendo en cuanta las variables independientes: temperaturas del aire de entrada, temperatura del aire de salida, velocidad del disco atomizador, y composición de aditivos de secado. El sistema de secado por aspersión operará a presión subatmosférica y las variables dependientes a considerar serán las siguientes: humedad, actividad de agua, solubilidad, higroscopicidad, color, fluidez, actividad antioxidante, entre otras.
La formulación y proceso secado por aspersión seleccionado, continuará a su evaluación en el sistema de aglomeración, el cual igualmente se optimizará utilizando la metodología de superficie de respuesta, con diseños experimentales central compuesto cara centrada (=1), teniendo en cuanta las variables independientes: temperaturas del aire de entrada, composición del CA (por definir: ácido rosm |