Diversos estudios que se han realizado a nivel de pregrado y posgrado en el grupo de investigación RESA han evidenciado el deterioro de la calidad del agua para riego en La Ramada, distrito de riego ubicado en la sabana occidental de Bogotá, y donde se producen hortalizas que son comercializadas en Bogotá y los municipios aledaños. En el laboratorio de Ingeniería ambiental, se ha identificado la presencia de bacterias patógenas como las Coliformes totales y E. coli, indicadores de la presencia de otros patógenos en las aguas, en niveles muy superiores a los permitidos por la legislación colombiana, y en una evaluación preliminar de protozoarios en estas aguas, realizados en el Laboratorio de Parasitología, también se ha identificado la presencia de Giardia sp, un patógeno de origen humano, lo que confirma que hay descargas de aguas residuales domésticas en estas aguas utilizadas para riego, y se considera de interés en salud pública por las enfermedades que puede llegar a generar en la población que consuma a los productos regados con estas aguas. En cuanto a farmacos, se ha identificado la presencia de más de 20 fármacos en estas aguas, dentro de los cuales hay varios que son antibióticos (Hernández et al., 2015). En este proyecto se hará un seguimiento del agua de riego de La Ramada, en temporada seca y de lluvias, desde el punto de vista fisicoquímico, microbiológico y de residuos de fármacos. Estos muestreos se realizarán según el procedimiento del laboratorio de ingeniería ambiental de la Universidad Nacional de Colombia, el cual cuenta con acreditación del IDEAM. En el laboratorio de parasitología de la Facultad de Medicina se realizará un análisis de la presencia de microorganismos de interés para la salud pública en estas aguas, y en los departamentos de biología y de Ingeniería civil se hará evaluación del tratamiento de estas aguas. Dentro de las alternativas de tratamiento, se van a evaluar tratamientos físico-químicos como la coagulación floculación, la foto oxidación avanzada, tratamientos biológicos en reactores aerobios (Reactor SBR) y anaerobios (Reactor UASB), ya que las eficiencias de remoción de medicamentos son muy variables de un tratamiento a otro, por ejemplo, para el diclofenaco, la eficiencia de remoción por medio de aireación extendida es del 86% (Matamoros, 2016), mientras que por medio de lodos activados es del 21.8% (Radjenovic, 2009). De otro lado se conoce del potencial de los hongos macromicetos en lo que concierne al tratamiento de aguas (Taylor y Stamets, 2014). En particular han sido empleados en la disminución y degradación de fertilizantes, detergentes, bifenilos policlorados, y principalmente hidrocarburos entre los que sobresalen los hidrocarburos aromáticos policíclicos (Taylor y Stamets, 2014). Esta metodología, conocida como micorremediación también ha sido aplicada en el campo de la degradación de antibióticos. En este caso, se ha tomado provecho de la acción oxidativa de sus enzimas extracelulares (Prieto et al., 2011). Así mismo se han llevado a cabo ensayos en condiciones controladas mediante la elaboración de biorreactores que involucran el uso de la estructura micelial y de su actividad metabólica obteniéndose altos porcentajes de remoción de estas sustancias (Gros et al., 2014). Se ha considerado que una de las potenciales alternativas para degradar productos de cuidado personal y farmacéuticos consiste en el uso de hongos macromicetos, más específicamente tomando provecho de sus enzimas extracelulares fúngicas. Hay resultados prometedores en cuanto a porcentajes de remoción por parte de hongos en productos antidepresivos, antibióticos, drogas antiinflamatorias, antiepilépticos, tranquilizadores, entre otros (Morales et al., 2011). En este contexto se busca unir esfuerzos para encontrar alternativas efectivas para el tratamiento de aguas, ya que, así se podrá gestionar el recurso hídrico eficientemente disminuyendo los riesgos para la salud humana.