Las sociedades han incorporado a sus jornadas laborales ciclos de trabajo continuo, lo que ha involucrado trabajo nocturno. Este tipo de trabajo supone la necesidad de trasladar el horario de sueño a horas diurnas, cambiando el ciclo sueño-vigilia del individuo. No obstante este ciclo, al igual que el ambiente interno de los seres vivos, fluctúa en un periodo de 24 horas que se conoce como ciclo circadiano. Este es regulado por el núcleo supraquiasmático, el reloj maestro, que se sincroniza a través del ciclo luz y oscuridad del medio ambiente. En su regulación intervienen también osciladores periféricos situados en otras regiones cerebrales y órganos periféricos. Sin embargo, en el trabajador nocturno este ciclo se encuentra alterado, pues el reloj maestro puede sincronizarse al ciclo de luz prevalente para el individuo, pero este proceso no ocurre inmediatamente, ni al mismo tiempo en todos los osciladores periféricos. De las fluctuaciones internas, el ciclo sueño y vigilia es el más prominente y se encuentra regulado por la melatonina que es la principal hormona secretada en las horas oscuras. La melatonina tiene la capacidad de alterar los ciclos circadianos y sus funciones a través de la sincronía con la luz ambiental; sumado a esto se ha identificado como un factor clave para la síntesis, secreción y acción de la insulina, ya que favorece la señalización del receptor de esta hormona y así regula la expresión del transportador 4 de glucosa; el reloj de los adipocitos se encuentra bajo el control del núcleo supraquiasmático que influye de manera importante en la regulación de las funciones endocrinas adiposas. Es de resaltar la mayor frecuencia de alteraciones metabólicas que se ha reportado en los trabajadores por turnos. No obstante los estudios disponibles acerca de la secreción de melatonina en dicha población abordan únicamente la comparación entre individuos que han realizado trabajo diurno por un largo tiempo, y sujetos que han ejecutado trabajo nocturno o rotativo, estableciendo claras diferencias. Sin embargo los cambios en la función circadiana y endocrina acontecidos en el mismo individuo, cuando se ve expuesto al cambio de turno diurno al horario nocturno con el fin de cumplir su rotación laboral, no han sido suficientemente explorados. Por ello en el presente estudio se analizarán los niveles salivales de melatonina el último día de turno diurno y al final del turno nocturno de un grupo de hombres vigilantes de la Universidad Nacional. Estas muestras serán tomadas a las 9 pm (inicio de secreción) – 2.00 am (pico de secreción) – 8.00 am (disminución de secreción) – 1 pm (mínimo de secreción). Es de anotar que la rotación laboral de los sujetos incluye 5 días de turno diurno seguidos por 7 días de turno nocturno. Por otra parte, del suero obtenido a partir de muestras de sangre en ayuno se determinará por técnica colorimétrica la glucemia y se medirán los niveles de leptina e insulina por ELISA. Las concentraciones salivales de melatonina serán medidas también por técnica ELISA. En este trabajo se pretende establecer las variaciones en los niveles de melatonina salival, leptina e índice HOMA IR antes y después del trabajo nocturno. Para ello el análisis estadístico se focaliza en la evaluación de la hipótesis de igualdad de medias en poblaciones pareadas. Sumado a esto se pretende evaluar la influencia de la secreción de melatonina sobre las demás variables, para lo cual se propone el uso del coeficiente de correlación de Pearson. Finalmente se puede decir que el estudio de los cambios en la secreción de melatonina del sujeto que realiza turnos rotativos y sus posibles asociaciones con el control metabólico, podría aumentar la comprensión de la fisiopatología de las enfermedades crónicas no transmisibles y contribuir a la implementación de medidas de prevención en esta población.