Aunque las áreas protegidas (APs) se constituyen como la mejor estrategia para la conservación global de la biodiversidad y cubren una parte importante de los ecosistemas del país, cuando estas fueron creadas no se tuvieron en cuenta muchos principios, como la continuidad, el perímetro de sus bordes, el tamaño, la representatividad ecológica, la presencia de endemismos, especies amenazadas, la misma diversidad o riqueza de especies, e incluso en algunas ocasiones la presencia de asentamiento humanos dentro de estas. Es por eso que a causa de los procesos de desarrollo urbano y rural, el paisaje ha cambiado dramáticamente, volviendo a las áreas protegidas en “islas”, que de acuerdo a su tamaño, ubicación y/o grado de aislamiento sufren más o menos estos efectos, afectando así a las especies, sus poblaciones y comunidades dentro de las mismas, afectando los procesos ecológicos y evolutivos de estas y amenazando con la pérdida de la diversidad genética, y por ende la desaparición de especies, por no cubrir los requerimientos para la supervivencia de especies con grandes rangos de hogar o estacionalmente migratorias, lo que da como resultado los conflictos entre humanos y fauna silvestre. En vista de estas circunstancias y de que especies como el oso andino (Tremarctos ornatus) y el Puma (Puma concolor) tienen amplios requerimientos ecológicos, presentan conflictos con las comunidades por el uso del suelo y muchas veces por el consumo de animales de granja en inmediaciones de las APs, a que sus hábitos alimenticios son contrastantes, (i.e., el oso es un animal omnívoro con preferencias a la herbívora, mientras que el puma es un carnívoro estricto), a que se encuentran amenazadas, pero que además son consideradas especies sombrilla, bandera, paisaje, y Valor Objeto de Conservación (VOC) para Parques Nacionales Naturales de Colombia, hemos decido usarlas como especies foco de nuestra investigación, y evaluar la conectividad estructural y funcional entre el área comprendida por el PNN Tamá-Cocuy-Pisba y el SFF Guanenta Alto Río Fonce en la cordillera oriental de Colombia. Nuestro objetivo es desarrollar un modelo de conectividad entre estas APs ubicadas en los departamentos de Norte de Santander, Santander, y Boyacá, mediante el uso y monitoreo de estas especies, y capacitar a los funcionarios de estas áreas para apoyar al monitoreo y conservación de las mismas dentro del área mencionada y posteriormente monitorear de manera más completa su presencia, distribución y ocupación en estas áreas. Desarrollando así una propuesta para la implementación de un corredor biológico que asegure la conectividad estructural y funcional, y con ello el flujo genético y la conservación de las poblaciones de estas especies dentro de la cordillera oriental de Colombia e incluso en áreas adyacentes como Venezuela.