El proyecto museo entomológico UNAB - creado mediante Resolución 116 de 2001 del Consejo de FCA - empieza hace 16 años con la clara intención de desarrollar las funciones misionales de docencia, investigación y extensión en el área de la Taxonomía de insectos de importancia agrícola. El proyecto inició casi “desde cero”, ya que al menos el 80% de los 63.000 especímenes que contenía el entonces Laboratorio de Botánica y Entomología (LBE) eran inútiles para las colecciones, debido a que no contaban con los estándares mínimos de curaduría de insectos. Los nuevos especímenes sobre los cuales se hace el trabajo taxonómico en UNAB se consiguen a través del desarrollo de las prácticas extramurales de las asignaturas Entomología agrícola, Insectos Inmaduros, Morfología de insectos y Taxonomía de insectos, así como a la colaboración de estudiantes avanzados y a la elaboración de varios proyectos con insectos de importancia agrícola, financiados por la Universidad Nacional, Colciencias y empresas privadas. Lo anterior permite reconocer a UNAB como una colección joven que crece de forma dinámica y permanente y que hace esfuerzos permanentes para garantizar la conservación satisfactoria de cada uno de los ejemplares, con su valiosa información asociada, en el contexto de salvaguardar el patrimonio científico y cultural del país. El proyecto “Primera aproximación al Catálogo de Coleoptera, para el fortalecimiento de las colecciones del proyecto museo entomológico UNAB” se plantea con el fin de impulsar el desarrollo de las colecciones del museo mediante el trabajo especializado de curaduría de insectos del orden Coleoptera del museo UNAB. Lo anterior, se llevará a cabo a través del desarrollo de tres estrategias que contribuirán a salvaguardar cada uno de los especímenes como fuente irremplazable en la colección biológica (Vergara-Navarro 2015). La primera estrategia para el fortalecimiento se dirige al proceso de curaduría, ya que en UNAB se encuentran aproximadamente 19.100 especímenes de coleópteros que requieren ser llevados a niveles superiores de conservación (ver niveles de curaduría, descritos en el ítem “Problema”), con el fin de hacerlos útiles al trabajo taxonómico. En los niveles 1 y 2 (material en alcohol, mezclado) se encuentran 18.000 especímenes aproximadamente; es decir, el 94% del material recolectado. Se propone seguir el protocolo de curaduría de las colecciones biológicas (Vergara et al. 2008, Martínez y Serna 2015) hasta llevar 4.500 especímenes (25%) hata al menos el nivel 5 ó 6 de curaduría, donque quedarían accesibles para el estudio taxonómico por especialistas. De manera simultánea, se propone contratar los servicios de uno o varios especialistas que puedan identificar hasta las categorías de género o especie al menos 400 de los 1.100 especímenes que se encuentran en los niveles 4, 5 ó 6 y completar la curaduría para ubicarlos en los niveles 8, 9 ó 10 (procesos de ubicación en celdas, catalogación, bases de datos y publicación). La segunda estrategia se basa en formar a un profesional de pregrado en el área de la taxonomía de insectos de importancia agrícola, que a su vez desarrolle su Trabajo de grado o Práctica profesional mediante el apoyo a la producción del “Catálogo de Coleoptera de UNAB. Primera aproximación”. Este estudiante será el encargado de realizar la curaduría de los 4.500 especímenes de Coleoptera, de acuerdo con los parámetros establecidos por UNAB (Vergara et al. 2008, Martínez y Serna 2015). La tercera estrategia para el fortalecimiento de la Colección consistirá en la divulgación y comunicación de la información biológica sobre estos Coleópteros presentes en UNAB, mediante el restablecimiento de la página web del museo. Se contratarán servicios profesionales con el fin de generar un contenido de fácil edición, actualización y permanente publicación de información de interés científico. La divulgación también se hará a través del Sistema SIB Colombia.