La Enfermedad Arterial Periférica (EAP) consiste en la reducción del flujo sanguíneo de las arterias no intracraneales y no cardíacas del organismo, de esta manera se genera una isquemia parcial o total del tejido irrigado por la arteria afectada, la principal causa de la EAP es la aterosclerosis1; los factores de riesgo de la aterosclerosis son múltiples, entre ellos se encuentran la Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2), el tabaquismo, el exceso de colesterol, entre otros. El progreso de la aterosclerosis es favorecido por el aumento en la producción de especies reactivas de oxigeno (ROS), el desbalance entre ROS y las moléculas antioxidantes es denominado estrés oxidativo; la hiperglucemia y la dislipidemia son condiciones metabólicas que favorecen la disfunción endotelial, la producción de ROS es favorecida en pacientes con hiperglucemia3,4. El estrés oxidativo presenta un biomarcador que se puede medir en orina denominado 8 isoprostano f2α, el cual proviene de la biosíntesis endógena a partir de la peroxidación no enzimática del ácido araquidónico5,6; la investigación pretende establecer si existe relación entre los niveles de 8 isoprostano f2alfa; y la EAP, además la relación entre el mal control metabólico y los niveles del 8 isoprostano f2alfa;. Para el desarrollo de la investigación, se seleccionan los pacientes del “Programa para la Prevención de las Complicaciones de la Diabetes y de las Dislipidemias de Unisalud”, los cuales se encuentran a una altitud moderada. Los niveles de 8 isoprostano f2alfa; se determinarán con una muestra de orina mediante técnicas de enzimoinmunoensayo (ELISA). El diagnóstico de la EAP se logrará con el examen índice Tobillo-Brazo (ABI), que consiste en la razón entre la presión sistólica mayor del miembro inferior con la presión sistólica mayor de los brazos, la medición de las presiones sistólicas se realiza por medio de un Doppler de 5-10 Hertz y un tensiómetro común; el rango normal del ABI es entre 1 a 1.4, cuando el ABI es menor a 0.9 se diagnostica la EAP7–9. Los pacientes con DM2 tienen dos a tres veces más riesgo de padecer EAP, por ello el diagnóstico temprano de la EAP en la población de estudio permite plantear medidas de intervención para evitar las complicaciones vasculares como los eventos cardiovasculares, claudicación severa, úlceras e infecciones cutáneas y subcutáneas e incluso la amputación de la extremidad, que afectan notablemente la calidad de vida del paciente y de sus cuidadores.