Los productores colombianos de frutales en general se enfrentarán actualmente a varios retos tales como el aumento de plagas y enfermedades causadas por hongos patógenos como por ejemplo Colletotrichum spp, responsable hasta del 40 y 50% de pérdidas en cultivos como mango, papaya, tomate de árbol, banano y (Alzate et al., 2008, Bolívar et al, 2009). Frente a la creciente demanda del consumidor y las exigencias de los mercados internacionales, se deben desarrollar alternativas de origen biológicas para controlar dichos hongos. Se han obtenido resultados promisorios en plantas como Lippia origanoides (Combrinck et al, 2011; Daferera et al, 2003; López et al, 2006). Varios estudios han demostrado la actividad antimicrobiana de muchas especies del género Lippia rico en timol y carvacrol, como L. sidoides, L. gracilis, L. graveolens, L. chevalieri, L. multiflora y L. origanoides. L. origanoides es una planta arbustiva que se encuentra en Colombia, Brasil y Venezuela. El aceite esencial de la especie inhibe numerosos microorganismos por el efecto de varios terpenoides en la absorción de oxígeno microbiano y la fosforilación oxidativa; también se han comprobado las actividades antimicrobianas del carvacrol y tim ol (Bagamboula et al, 2004; Didry et al, 1994;. Griffin et al., 1999; Salgueiro et al., 2003). La muy buena actividad antimicrobiana de L. origanoides, puede estar relacionada, al menos parcialmente, con los principales compuestos en el aceite esencial, carvacrol y timol. (Oliveira et al., 2007). Por esta razón el proyecto propone la evaluación de un biocontrolador fungistático a partir de extractos acuosos y etanolicos de Lippia origanoides por ser una alternativa económica amigable con el medio ambiente y la salud.