Medellín es una ciudad de clima tropical, que tiene una importante incidencia solar gracias a su cercanía con el Ecuador. Dadas estas condiciones climáticas la habitabilidad y el confort se ven resueltos en la brecha entre el adentro y el afuera bajo la sombra y el cobijo de las edificaciones y en los espacios abiertos bajo las masas arbóreas. En la actualidad la ciudad de Medellín ha adelantado varios proyectos de espacio público para solucionar el déficit actual, los datos del municipio dictan que en Medellín hay 5 m2 de áreas verdes según el Índice de Ciudades Verdes de América Latina y 3.8 m2 de espacio público efectivo según el informe de “Medellín Cómo Vamos”, la meta que se tiene a futuro es llegar al menos a 9 m2[1]. A partir del diseño y construcción de los nuevos proyectos que pretenden suplir estas necesidades han surgido varios temas de reflexión relacionados con la concepción del espacio público, éstos van más allá de lo estético y paisajístico y comprenden conceptos como el bienestar, la permanencia, las dinámicas sociales y el confort.