El clima ha tenido un cambio progresivo considerable (Climate Change Info, 2013), lo que produce un incremento en la temperatura exterior resultando en un recalentamiento problemático en el interior de las edificaciones. Las soluciones comunes actuales, son la instalación de sistemas activos como aire acondicionado que tienen un consumo energético (Building Technologies, 2015), impactos en el diseño interior, costos de instalación y mantenimiento altos, además de los impactos ambientales necesarios en la producción. Ante esta presión, los muros que implementan vegetación en fachadas parecen ser una solución adecuada ya que reducen el área en que influye la radiación solar directamente (siendo esta radiación uno de los motivos de aumento de temperatura interior más influyentes), la mayoría de soluciones tienen limitaciones de instalación, una carga viva considerable para la estructura, poca cobertura en los vanos, costos de mantenimiento altos; además de daños en la salud de los usuarios (B.F. Yu, Z.B. Hu, M. Liu, H.L. Yang, Q.X. Kong, Y.H. Liu. 2008), esto se traduce en una inviabilidad de implementación de las estrategias pasivas convencionales que implementan vegetación en la mayoría de edificios de vivienda en altura, por lo que la investigación se enfoca en el interés de diseñar estrategias pasivas vegetales que sean de fácil instalación, buena reducción térmica, de bajos costos de mantenimiento y consumo energético nulo. Se desarrollan propuestas de mitigación térmica aplicadas en fachada con presencia de vegetación que proporcionan beneficios cuantitativos y cualitativos.