Cómo etapa exploratoria de la temática abordada en este proyecto, se llevó a cabo una tesis de maestría mediante la cual se desarrollaron pruebas preliminares para la obtención de espumas metálicas biodegradables base Mg y otras pruebas iniciales para la modificación superficial, obteniendo resultados promisorios en cuanto al mejoramiento de la resistencia a la corrosión y la bioactividad. Dichos resultados demostraron que la modificación superficial ayuda a mejorar la resistencia a la corrosión y el comportamiento bioactivo del Mg, lo que indica una gran aproximación a la aplicación real de los metales biodegradables. Por otra parte, algunos estudios muestran la influencia de la geometría de los materiales porosos en el control del crecimiento de nuevos tejidos, por lo que además de trabajar geometrías de poros aleatorios, se trabajó con geometrías ordenadas; para lo cual se fabricaron los primeros prototipos de espumas ordenadas en aluminio. La hipótesis que se plantea para esta nueva etapa es que tanto el material de la aleación como el diseño del material poroso influyen en la calidad y el comportamiento biológico del nuevo hueso. La interfaz dinámica de las espumas base Mg debe ser considerada con el fin de crear materiales con suficiente resistencia a la corrosión y biocompatibilidad durante la cicatrización del tejido. Por estas razones, se plantea fabricar espumas base Mg con diferentes configuraciones de poro (aleatorias y ordenadas), para permitir el control sobre el tamaño, forma y distribución de la porosidad. Además, modificar la superficie estas estructuras, para evitar la infiltración de agua en el material, estimar la influencia en la velocidad de degradación del metal, y mejorar la adhesión celular con el aumento en la rugosidad. Todo el proceso tiene como finalidad obtener materiales biomiméticos y biodegradables cuya estructura promueva el crecimiento de nuevo tejido.