La leishmaniasis es una parasitosis con amplia distribución geográfica producida por un protozoo del género Leishmania y trasmitida por un vector de la subfamilia Phlebotominae cuyo género varía en el Nuevo y Viejo mundo. Es considerada endémica en aproximadamente 98 paises, afectando a 12 millones de personas y poniendo en riesgo a 350 más (Gallego 2005, SIVIGILA 2014). Esta enfermedad se caracteriza por presentar dos formas clínicas principales: tegumentaria y visceral. Dentro de la forma tegumentaria se reconocen varios tipos, en donde la leishmaniasis cutánea localizada resulta ser la mas frecuente, a diferencia de la leishmaniasis mucosa o difusa, las cuales se consideran complicaciones de la misma (Disch, Pedras et al. 2005). La leishmaniasis mucosa (LM) puede presentarse en el 3-5% de pacientes con previa leishmaniasis cutánea localizada. Esta forma es de desarrollo tardío y es considerada producto de la diseminación de los parásitos por vía linfática o hematógena a las mucosas. Tambien puede darse por la picadura del vector en zonas cercanas a la mucosa orofaríngea como es el caso de las lesiones faciales, soliendo coexistir con lesiones cutáneas (Santrich, Segura et al. 1990, Echeverry, Narváez et al. 2007). La producción de la LM está asociada principalmente a las especies de Leishmania del subgénero Viannia que incluyen Leishmania braziliensis, L. guyanensis y L. panamensis (Saravia, Holguín et al. 1985, Santrich, Segura et al. 1990, OMS 2010) y afecta la muscosa nasal y oral ocasionando lesiones deformantes que dificultan la respiración, fonación y deglución (Echeverry, Narváez et al. 2007). En Colombia, a la semana 44 del 2014 se reportaron 109 casos de LM de los cuales el 43.1% presentaba cicatrices compatibles con leishmaniasis cútanea; las mayores tasas por cada 100000 habitantes provenían de los departamentos de Guanía y Vaupés y se evidenció mayor impacto en la población masculina (77.1%) afectando un amplio rango de edades (SIVIGILA 2014). Varios autores refieren ésta forma de la enfermedad como de origen multifactorial, asociando el sexo del huesped, estado inmunológico, enfermedades concomitantes, malnutrición, coinfecciones bacterianas de las lesiones, la especie infectante y sus posibles polimorfismos y una hipótesis que ha tomado fuerza, la presencia de un virus en el parásito infectante (Machado-Coelho, Caiaffa et al. 2005, Hartley, Drexler et al. 2014). Este virus perteneciente a la familia Totiviridae y al género Leishmaniavirus, se ha asociado con el potenciamiento de la respuesta inmunológica del huésped, incrementando asi la probabilidad del desarrollo metastásico de la enfermedad cutánea localizada (Ronet, Beverley et al. 2011, Hartley, Ronet et al. 2012, Hartley, Drexler et al. 2014). Sin embargo la serie de casos estudiados a la fecha corresponde a un número restringido y no se ha logrado identificar en todos los aislamientos de parásitos causantes de cuadros mucosos (Ramos Pereira, Maretti-Mira et al. 2013), por tanto el presente estudio pretende determinar la presencia del virus en una serie de muestras clinicas y asilamientos parasitarios provenientes de pacientes con cuadros de LM. Esto se logrará mediante la implementación de técnicas de qPCR-RT e inmunodeteccion, que han sido descritas de ultilidad en la deteccion del los virus pertenecientes a este género, en biopsias frescas de pacientes infectados principalmente con L. braziliensis y L. guyanensis (Saiz, Llanos-Cuentas et al. 1998, Ogg, CARRION et al. 2003, Zangger, Ronet et al. 2013). En caso tal, la identificación del virus podria funcionar como marcador pronóstico de un desarrollo metastásico y agresivo de la leishmaniasis cutánea localizada.