El hidrógeno es considerado como el sucesor ideal para los combustibles fósiles y una materia prima fundamental para la industria. La producción de hidrógeno es ventajosa para el país por varias razones: es energéticamente más eficiente que el metano, puede ser usado en celdas combustibles para producir electricidad, es materia prima para la síntesis de fertilizantes, es utilizado para la hidrogenación de aceites comestibles y fracciones de petróleo. Comparado la ruta química (reformado del metano a 700-800 C y 3-20 atm), la ruta fermentativa presenta menor impacto ambiental ya que el proceso se lleva a cabo a baja temperatura (35C) y a presión ambiental. La valoración del potencial de tres azúcares simples representativas (glucosa, xilosa y lactosa) de la agroindustria y la industria de los alimentos permitiría determinar de manera preliminar el potencial del país para la síntesis de combustibles de última generación. El conocimiento de las condiciones que permiten la operación de este tipo de procesos sería un punto de referencia para el diseño de reactores, el establecimiento de estrategias de operación que maximicen la producción de energía o materias primas, y la evaluación técnico-económica del proceso en función de la las condiciones observadas en el sector agrícola y de alimentos.