En la ciudad española de Cádiz, puerto de embarque de muchos de los ingenieros militares que tendrían a América como destino, existe todavía el fuerte de San Lorenzo del Puntal (cuyo origen parece remontarse a las postrimerías del siglo XVII), el cual se caracteriza por su planta ovalada dotada de un frente curvo que mira al mar y dos semibaluartes con flanco y foso orientados hacia el frente de tierra. Su posición estratégica está claramente vinculada al fuerte de Matagorda de tal manera que entre ambos podían producir un fuego cruzado defendiendo el paso del arsenal de la Carraca y por lo tanto, la entrada a la bahía.
Con plena seguridad, este edificio era bien conocido por el ingeniero militar Ignacio de Sala (hay planos suyos del fuerte fechados entre 1736 y 1738), por lo que no parece coincidencia que inmediatamente después de su arribo a Cartagena de Indias en calidad de Gobernador y Comandante General, se diera inicio a la construcción del fuerte de San Fernando de Bocachica, trazado por el también ingeniero Juan Bautista McEvan y bajo la dirección técnica de Antonio de Arévalo. Como en el fuerte de Cádiz, el de Cartagena de Indias adopta una planta de forma elíptica, con un frente curvo orientado hacia el mar que se enfrenta a la batería de San José y dos baluartes que miran al frente de tierra.
Pareciera entonces producirse aquí un interesante fenómeno de adaptación e hibridación, tanto en lo formal como en lo técnico constructivo puesto que se siguen con fidelidad los preceptos del arte militar en ambos edificios que fueron concebidos dentro de un mismo patrón espacial y defensivo pero dando respuesta a las condiciones locales del clima, la orientación, la disponibilidad de las materias primas e incluso las habilidades de la mano de obra local.
En este caso, como en varios otros que esta investigación pretende analizar, el papel de los ingenieros españoles Ignacio de Sala y Antonio de Arévalo fue fundamental, no solo por el hecho común de que ambos desarrollaron una labor técnica tanto en Cádiz como en Cartagena de Indias, sino por su labor política y administrativa en la provincia americana. Se pretende pues develar la manera detallada y precisa en que se produjo, de la mano de estos dos ingenieros, un trasvase de conocimientos técnicos que bien pueden entenderse como los fundamentos conceptuales de la ingeniería de la construcción en el actual territorio colombiano.
Desde el punto de vista metodológico, se pretende adelantar un análisis a partir de la información contenida en planos, memorias y correspondencia escrita por ambos ingenieros, para lo que se cuenta ya con un inventario documental a partir de una investigación previa adelantada tanto en Sevilla y Cádiz como en Cartagena de Indias y Bogotá.
Este proyecto cuenta con la participación potencial de la Escuela de Ingeniería de la Edificación de la Universidad de Sevilla (profesores Andrés Martín Pastor y Gabriel Granados). |