La Amazonia con un área aproximada de 6 millones de kilómetros cuadrados, es considerada el bioma de mayor variedad en el mundo de fauna y flora y una alta diversidad cultural calculándose esta en la existencia de 225 pueblos (Instituto SocioAmbiental 2006). Para algunos autores la Amazonia colombiana abarcaría 380.000 kilómetros cuadrados, correspondiente al 20% del territorio nacional sin embargo otros sostienen que el área de selva húmeda tropical es de 477.274 km², equivalentes a un 41,8% del territorio continental del país (Mendoza et al., 2008). Es en este bioma donde se concentra una alta diversidad de flora, con 219 familias (Cárdenas et al. 2006) y fauna con 32 familias de mamíferos 212 de mamíferos, 573 de peces, 195 de reptiles y 158 de anfibios, de los cuales el 75% corresponden a especies endémicas (Sinchi, 2007). En el departamento del Guaviare, se han reportado evidencias arqueológicas de grupos humanos de cazadores-recolectores que los ubican cronológicamente hacia el Holoceno Temprano (8000 AP) ( van der Hammen & Castaño 1988; Correal et al. 1990), estas pocas evidencias se encuentran asociadas a manifestaciones pictográficas precolombinas. Por otra parte, la posibilidad de poner fin a un conflicto armado de más de 50 años, donde la Amazonía colombiana ha sido afectada, pone de manifiesto la necesidad de trabajar en esta región; en donde San José del Guaviare, es un lugar que ha sido afectado por esta violencia, pero al mismo tiempo, es un lugar reconocido, no solo a nivel nacional sino internacionalmente, como uno de los lugares más bellos de la Amazonía, lo que la convierte en un potencial turístico en los proyectos del gobierno para la implementación de programas de este tipo en un panorama de postconflicto. Ubicado en la franja de transición ecológica entre la sabana y la selva tropical -posición por demás privilegiada- su ubicación sobre la formación geológica del escudo Guyanés y la presencia de grupos humanos como los Nukak Makú, considerados como los últimos grupos nómadas del planeta, además de las evidencias de asentamientos humanos remotos que quedaron plasmadas en las paredes de la roca de la Serranía de la Lindosa, hacen de esta región un lugar propicio para la investigación. Esta investigación está en marcada dentro del grupo de investigación: Pueblos y Ambientes Amazónicos, el cual busca acercarse a esta región a través de una investigación de campo que permita establecer la presencia de grupos humanos prehispánicos y su relación con las pictografías ubicadas en Cerro Azul (Serranía de la Lindosa), el cual dista a 37 km de San José del Guaviare (N 2°31’44.1’’; W 72° 51’ 57.8’’) (Figura 1). Dicha asociación se comprobara mediante prospecciones y excavaciones arqueológica sistemáticas.