El avance científico, el progreso tecnológico y la innovación son factores determinantes en el éxito económico. La capacidad de crear algo nuevo y útil antes que mejorar algo pre-existente no solamente es fuente de creación de riqueza y competitividad sino de mejor calidad de vida. La innovación hoy es un aspecto central de las políticas públicas orientadas al fortalecimiento del sector industrial en varios países en las últimas tres décadas. Dichas políticas se basan en que un sector industrial innovador es un requisito básico para acrecentar el desempeño económico de los países. Esta premisa se corrobora en estudios que encuentran que aquellos países que cuentan con un sector industrial innovador registran un crecimiento económico mayor con respecto a aquellos que no lo tienen. Siendo la innovación un proceso mediante el cual se crea un nuevo producto (bien o servicio), proceso o método que es fácilmente adoptado por el mercado (Manual de Oslo), los países requieren contar con un sector industrial con capacidad de absorber, crear, explotar y comercializar conocimiento. Aunque la economía de la innovación reconoce que diferentes determinantes juegan un papel en la consolidación de las capacidades de innovación, las políticas públicas han venido promoviendo la colaboración entre universidad-empresa como un mecanismo que contribuye a dicha consolidación. Colombia no ha sido ajena a esta tendencia. Mientras algunos críticos de países desarrollados señalan un eventual exceso de contribución académica al desarrollo económico, en los países en desarrollo la debilidad de la relación universidad-industria es sugerida como uno de los determinantes de su dependencia científica, tecnológica y económica. Desde los años noventas con la adopción de la política de ciencia y tecnología, al igual que sucedió en varios países de la región, las universidades fueron reconocidas como actores fundamentales en la producción de conocimiento para el sector industrial. Con la adopción del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación a finales de la década pasada, las universidades juegan un papel protagónico en dicho sistema. La evaluación de la OECD concluye que las capacidades de innovación depende del fortalecimiento de las relaciones universidad-empresa ante su evidente debilidad. A pesar de la importancia que las políticas colombianas han dado a la relación entre universidad-empresa, no hay un análisis crítico sobre lo qué significa dicha relación y los actores y factores asociados a la absorción, creación, difusión y explotación del conocimiento que se gesta en esta relación. Este proyecto tiene tres propósitos. 1- Analizar las razones sobre las cuales las políticas nacionales de innovación postulan la relación universidad-empresa. Análisis sobre reformas en educación superior definidas especialmente desde la década de los noventas señalan que las razones han sido más de tipo económico que científico. 2- Discutir sobre las nuevas formas de absorción, creación, difusión y explotación del conocimiento en el marco de las relaciones universidad-empresa. Se hace una caracterización de los actores y los factores asociados a la absorción, creación, difusión y explotación del conocimiento. Esta discusión se hace sobre una revisión del estado del arte en la relación universidad-empresa. 3- Delinear algunos aspectos que se consideran fundamentales para afinar las políticas públicas nacionales que postulan la relación universidad-empresa como un mecanismo para mejorar las capacidades de innovación en las empresas. --