Proyectos
--LAS VASIJAS DE AGUABUENA: UNA VIDA ENTRE LO CRUDO Y LO COCIDO
Resumen
--Aguabuena, un sector que forma parte de las veredas Candelaria Occidente y Pueblo viejo en el municipio de Ráquira, en Boyacá, es un topónimo que distingue a la gente que ahí habita y a sus obras (Castellanos, 2004). En el lugar, se encuentran alfareros elaborando vasijas de barro con técnicas aprendidas en seno de su familia: la mayoría, dice haber aprendido “el oficio del barro” directamente de sus padres, y las historias que ellos cuentan, refieren sobre lo que sus ascendientes les contaron de niños, moldeando así, sus prácticas y formas de concebir el mundo. Por otro lado, la forma de elaborar las vasijas en Aguabuena, contrasta con los talleres del pueblo y otros lugares del municipio de Ráquira donde también se realiza dicho oficio. Mientras en el primero el trabajo es en su mayoría manual, en otras partes del municipio se han insertado técnicas e indumentaria que buscan maximizar la producción y reducir tiempo y costos en la elaboración de las artesanías. En Aguabuena, por el contrario, las piezas se elaboran con técnicas que exigen más tiempo y cuidado, o como me decía un lugareño “las vasijas son como las mujeres, hay que darle horma y acariciarles”, y por lo tanto, permite la reproducción de historias y prácticas que se relacionan con su forma de trabajar y de concebir su oficio. El hecho de que los talleres donde ellos elaboran sus vasijas, “la enramada”, se encuentre junto a sus respectivos hogares, o muy cerca de ellos, permite una relación más estrecha del oficio del barro con la vida cotidiana de los mismos y, por lo tanto, una determinada organización del tiempo y el espacio. De igual manera, ya que en el sector existe una comunidad de alfareros en constante relación, hay cierto grado de similitud en la hechura de sus vasijas, en las historias que los artesanos cuentan y en las prácticas que poseen, es decir, se evidencia un estilo técnológico (Castellanos, 2004), pero también una forma distintiva de comprender el mundo, de pensarlo, de practicarlo: el habitus de la gente de Aguabuena. Finalmente, convivir con los alfareros logra dar cuenta de cómo el barro crudo genera prácticas y narrativas, en fin, lógicas diferentes a los que genera las vasijas cocidas. De manera que explorar los significados que tiene el barro antes de entrar y después de salir del horno, permite rastrear de manera más específica el mundo simbólico que significa las vasijas. En este aspecto, escuché historias que narraban sobre cómo el barro crudo lograba envenenar a las personas, o también cómo se relacionaba, en ocasiones, con las enfermedades que adquieren los alfareros. Una expresión que escuché varias veces, “el barro es enfermoso” evidencia lo anterior. Por otro lado, en el buitrón del horno de un taller y en la copa algunos hornos antiguos de leña, se colocaron cruces con barro cocido para “bendecir” el horno. De esta manera, indagar sobre los fenómenos que se dan al interior del horno, éste como un escenario altamente significativo para los alfareros, lo encuentro igualmente relevante para dicho fin. Pienso que explorar historias, prácticas, conceptos y expresiones lingüísticas de los alfareros, me permite develar una parte del mundo simbólico de los mismos. Así pues, quisiera descubrir ¿Qué significados adquieren las vasijas que elaboran los alfareros de Aguabuena? Ya que el proyecto busca elaborar una explicación interpretativa, desde un acercamiento que “centra su atención en el significado de las instituciones, acciones, imágenes, expresiones, acontecimientos y costumbres tiene para quienes poseen tales instituciones, acciones, costumbres, etc.” (Geertz, 1994), recurro a la estenografía como método y enfoque epistemológico para comprender el mundo simbólico de los alfareros del sector.
Convocatoria
Nombre de la convocatoria:PROGRAMA NACIONAL DE SEMILLEROS DE INVESTIGACIÓN, CREACIÓN E INNOVACIÓN DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA 2013-2015
Modalidad:Modalidad 3. Proyectos desarrollados mediante trabajos de grado
Responsable