Por su condición de país tropical, Colombia cuenta con una gran variedad de frutas y hortalizas, encontrándose un aproximado de 170 especies comestibles sólo en frutas, observándose que el potencial productivo nacional es bastante grande. En la actividad comercial se hace imprescindible el uso de técnicas de conservación que permitan mantener el producto en las mejores condiciones posibles, ya que existe actualmente una mayor conciencia por parte de los consumidores sobre la importancia de consumir productos que cumplan con estándares de calidad adecuados, no solo desde el punto de vista organoléptico, sino desde el punto de vista nutricional y de inocuidad. Uno de los limitantes en la aplicación de tecnologías poscosecha es el desconocimiento que aún existe sobre el comportamiento fisiológico poscosecha y los cambios bioquímicos que sufren los productos una vez han sido cosechados. Esto ha llevado a promover investigaciones que permitan además de conservar la calidad de los productos, prolongar su vida poscosecha. Sin embargo, en la actualidad las pérdidas poscosecha se mantenienen en cifras alarmantes, no solo en países en desarrollo, sino también en países desarrollados.