--Asuntos de poder y resistencia atraviesan las múltiples historias que subyacen a la construcción de la región Caribe reflejando, en la relación de los centros de poder con sus periferias, acercamientos de tipo colonial y/o neo-colonial en que los legados de la colonización permean lo que ha sido la construcción de espacios, territorios, sociedades y naciones contemporáneas. El despertar de la conciencia de comunidades y/o grupos de personas diversas, reunidos en torno a su etnia, género, ocupación artística y/o cultural, o a una meta particular que les impulsa a hacerse sujetos de su propio devenir, refleja que su búsqueda atraviesa también retos para redefinirse a partir de su relación con los discursos y/o proyectos hegemónicos de nación a la que pertenecen, y con los retos que demanda su inserción en la comunidad más global para asegurar su supervivencia en condiciones de equidad.
La condición de marginalidad o periferia que ocupan (o han venido ocupando) grupos humanos como los mencionados anteriormente, está dada por aspectos tan diversos como raza, etnicidad, lengua, género y/o clase, ejes en los cuales enfocamos nuestros estudios. Consideramos que aspectos como los anteriores inciden transversalmente en, por ejemplo, las metas con que se concibe o diseña, en forma exógena, un plan educativo formal para comunidades étnicas; la manera en la cual se valoran o no prácticas y manifestaciones artísticas a partir de paradigmas apoyados en la pretendida universalidad de los discursos de occidente; la disposición o no a establecer diálogos interculturales con saberes ancestrales y/o con formas alternativas a las organizaciones sociales y productivas actuales, depredadoras del medio ambiente y la naturaleza en función de individualidades extremas; y/o la valoración o no de producciones y saberes locales, en que se establezca una relación de complementariedad y construcción conjunta hacia la consecución del ¿buen vivir¿ de los pueblos como lo vienen proponiendo las comunidades indígenas ancestrales de nuestro continente latinoamericano.
Nuestros estudios se proponen revelar cómo el proceso de construcción de identidades culturales articulados a aspectos como los mencionados anteriormente implica disensos y redefiniciones que pueden contribuir, en el corto o largo plazo, al empoderamiento mismo de las comunidades del Caribe, y a una inserción más equitativa en la sociedad, territorio o nación en que se encuentran. En particular, es de nuestro interés indagar sobre las expresiones de resistencia que se dan al interior de estas búsquedas, entendiendo la resistencia como la oportunidad para ofrecer alternativas innovadoras a situaciones de conflicto entre poderes. La construcción de identidades en la región Caribe se ha caracterizado, precisamente, por la resistencia de sus grupos humanos a la dominación, mediante la creolización de sus culturas, lenguas y expresiones artísticas que, pese a su situación de inequidad en relación con los discursos dominantes, logran poner de manifiesto la expresión de la diversidad y el valor de la alteridad.
Con estos elementos en mente, la presente propuesta se pregunta, fundamentalmente:
¿Cómo contribuye la recuperación de tradiciones, saberes y/o expresiones culturales y artísticas de comunidades del Gran Caribe, reunidas en torno a aspectos como etnia, género, ocupación artística y/o cultural, o a una meta particular que les impulsa a hacerse sujetos de su propio devenir, a su empoderamiento e inclusión en relación con los discursos hegemónicos que les han marginalizado?
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