Hoy en día las computadoras poseen capacidades sorprendentes de almacenar y procesar información. La cantidad de información de la cual se habla, es exorbitante, por lo tanto muchas veces se convierte en un desafío encontrar una manera efectiva de representar dicha información y hacerla entendible para la mayor cantidad de usuarios posibles, debido a que estandarizar todos los tipos de usuarios para la mayoría de sistemas de información (sitios web, aplicaciones móviles de escritorio, entre otros) es una labor muy complicada. Para tratar de mitigar la problemática anterior, la W3C ha generado un conjunto de lineamientos que plantean mecanismos para hacer una presentación de la información adecuada para la mayor cantidad de usuarios posible, dichos lineamientos se conocen como usabilidad. La usabilidad ha demostrado ser costosa en términos de tiempo, dinero y recursos. El mayor problema que se ha encontrado actualmente, es que la usabilidad se presenta como un proceso desligado al proceso del desarrollo de software como tal, es decir, la usabilidad se considera en muchos casos un componente netamente de presentación, por lo tanto ésta se aplica cuando hay algún tipo de prototipo o aplicación final funcionando. En muchos proyectos, esto puede llegar a ser problemático, pues aplicar usabilidad implica la refactorización de componentes en el software, y recaer en un nuevo ciclo de desarrollo para adaptar todo lo realizado al paradigma de la usabilidad, elevando los costos de mantenimiento y la calidad del producto al no plantear dichas configuraciones en el proceso inicial de desarrollo del software. Por lo tanto se espera obtener información, métricas y estándares relevante a la necesidad de mejorar los procesos de implementación de elementos de usabilidad en el desarrollo de software y así desarrollar una guía que permitan identificar características y mejores prácticas para la implementación de la usabilidad en el desarrollo de software.