Quizá el mayor beneficio que ha aportado la medicina para la salud pública mundial en los últimos doscientos años, es el desarrollo de las vacunas profilácticas. El objetivo de la vacunación es el de desarrollar una respuesta inmune protectora antes de la exposición al patógeno natural. Tomada en su conjunto la vacunación puede considerarse como el factor mas importante para cambiar la epidemiología de las enfermedades infecciosas y de mejorar los indicadores de morbilidad, mortalidad y sobrevida de la población a nivel mundial. La seroprevalencia es un método que nos permite detectar la presencia de anticuerpos de tipo IgG en la población general. La seropositividad contra agentes no inmunoprevenibles nos indica la proporción de la población general que se ha expuesto en forma natural y se ha infectado contra agentes infecciosos no contenidos en los esquemas de vacunación tradicional. Por su parte la seroprevalencia contra agentes inmunoprevenibles nos muestra el porcentaje de personas vacunadas que han presentado una respuesta inmune humoral específica. En el grupo de mujeres en edad reproductiva existe el riesgo de infección por algunos patógenos (rubéola, citomegalovirus, hepatitis B, entre otros) que pueden adquirirse en el curso de la gestación y asociarse a infecciones congénitas o neonatales; en este grupo de pacientes es necesario realizar pruebas serológicas para determinar el riesgo de una eventual infección en el curso del embarazo. Sistemáticamente se realizan pruebas serológicas en bancos de sangre con el fin de detectar pacientes portadores de algunos agentes infecciosos, pero en ellos solo se mide el riesgo de trasmisión de agentes como la hepatitis B, hepatitis C, VIH; sífilis y chagas entre otros, sin que se involucre algunos agentes de riesgo mínimo o sin interés por su no trasmisión asociada a productos sanguíneos. Ante la falta de estudios poblacionales de seroprevalencia y de búsqueda sistemática en las mujeres gestantes es necesario la realización de estudios piloto que nos muestren cual sería un probable panorama a nivel local. En Colombia, existen pocos estudios poblacionales que analicen los niveles de protección contra distintos agentes infecciosos incluyendo los inmunoprevenibles. Por esta razón no siempre se conoce el riesgo potencial que pueda tener la población general, el grupo de madres gestantes o los trabajadores del área de la salud de presentar un cuadro infeccioso posexposición. Los estudiantes de medicina se benefician de una vacunación profiláctica contra hepatitis B, tétano y difteria y aisladamente se revacunan contra rubéola y sarampión antes del ingreso a sus prácticas clínicas en donde eventualmente pueden exponerse a patógenos circulantes. Sin embargo, es común que en algunos casos se presenten infecciones asociadas al cuidado de la salud que acarrean no solo una incomodidad para los estudiantes sino también un riesgo para los pacientes hospitalizados.