En Colombia, no hay un programa sistemático de alcance nacional que haya establecido una condición integral de los ecosistemas acuáticos del país, que permita determinar los efectos sobre la biodiversidad por la presencia de contaminantes en éstos ecosistemas. El IDEAM tiene estaciones en diferentes puntos que hacen registro periódico de variables físico-químicas de las aguas, pero no como se mencionó no existe un programa que permita establecer la presencia de contaminantes y sus efectos en los organismos acuáticos. Por otro lado, la contaminación de los cuerpos de agua en el país es un evento de alto riesgo y frecuente presentación dadas las múltiples fuentes de contaminantes que acceden a estos ecosistemas. Entre los diferentes tipos de contaminantes se tienen plaguicidas, efluentes de la industria y la actividad minera y petrolera, aguas servidas provenientes de asentamientos humanos, residuos de actividad agrícola y pecuaria, entre otros. Dentro de los organismos bioindicadores del estado de contaminación de los cuerpos de agua se encuentran los peces. Estas especies permiten determinar a través del análisis de diferentes variables asociadas a su comportamiento, fisiología y respuestas bioquímicas el estado de contaminación de estos cuerpos de agua y los efectos de esta contaminación sobre ellas mismas. Muchas de las especies piscícolas que hoy han sido declaradas como amenazadas y en riesgo de extinción han ingresado en este listado debido en parte al deterioro de los ecosistemas acuáticos por contaminantes, entre otros factores de origen antrópico. Por tales razones, los grupos de investigación en Fisiología de Peces y Toxicología Acuática y Ambiental de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá plantean un proyecto tendiente a caracterizar toxicológicamente tres cuerpos de agua colombianos de interés pesquero y evaluar el estado fisiológico de tres especies de silúridos a través de biomarcadores. Para dicho propósito se seleccionaron los siguientes municipios y especies: Suesca (Cundinamarca), capitán de la sabana capitán (Eremophilusmutisii); Puerto López (Meta), bagre rayado (Pseudoplatystomaorinocoense) y Yaguará (Huila), capaz (Pimelodusgrosskopfii). En dichos lugares se realizarán colectas de agua para determinación de parámetros físico-químicos (pH, dureza, alcalinidad, nitrito, cloruro, sulfatos, sulfitos, temperatura, oxígeno disuelto, sólidos disueltos totales y transparencia de disco Secchi) y de contaminantes (glifosato, clorpirifos, atrazina, dietiletilestrol (DES)), surfactantes (alkilfenoletoxilatos y alkilbencenosulfonatos), metales (hierro, zinc, plomo, cadmio) y de mezclas de hidrocarburos (hidrocarburos totales del petróleo). Simultáneamente se capturarán ejemplares de las especies seleccionadas para realizarles inspección sanitaria y examen clínico y para toma de muestras sangre y otros tejidos para determinación de los siguientes parámetros: índices hepato y gonadosomático, análisis histopatológico de hígado, gónada y branquia, actividad citocromo P450 1A1 (actividad EROD), hematocrito, proteínas totales plasmáticas, actividad colinesterasa, niveles de plomo sanguíneo, análisis de calcio, sodio, cloro, potasio y fósforo plasmáticos (fosfato lábil incluido), perfiles de esteroides sexuales (17-β estradiol y testosterona), cortisol y hormonas tiroideas (triyodotironina y tiroxina). Adicionalmente se llevará a cabo un ensayo de micronúcleos para detección de efectos genotóxicos. Al finalizar el proyecto se espera obtener una caracterización robusta de tres fuentes de agua de importancia pesquera y la evaluación fisiológica de tres especies de silúridos de importancia comercial en nuestro país a partir de los cuales se puede determinar qué tipo de contaminantes los están afectando, con ello se pretenden generar herramientas que provean a los entes pertinentes, la información necesaria para el ajuste de políticas y lineamientos ambientales que permitan recuperar ecosistemas que se encuentren en peligro inminente de destrucción por los efectos de contaminación química; para esto es necesario hacer evidente que los contaminantes que se vierten en las aguas cada vez en más cantidad y con más frecuencia si están generando un efecto nocivo sobre las poblaciones, y están suscitando la disminución de las comunidades y la degeneración de los mecanismos fisiológicos de los individuos.